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Nanokide Therapeutics desarrolla la plataforma basada en nanosistemas para medicamentos contra el cáncer

Muchas veces, los nombres de las empresas surgen por juegos de palabras. Es el caso de la que presentamos hoy, en la que se unieron «nano” (pequeño) y “kide”, que en Euskera significa “amigo”. El Doctor Iker Badiola fundó en 2021 Nanokide Therapeutics, proyecto al que la investigadora Maitane Duarte se unió poco tiempo después, en 2022. Ambos pertenecen, el primero como director y la segunda como parte del equipo, a la división del cáncer del grupo Signaling Lab de la Facultad de Medicina y Enfermería del Departamento de Biología Celular e Histología de la Universidad del País Vasco.

«Hice mi tesis en cáncer y fundé una empresa de servicios, de Biotecnología, pero volví a la Universidad como profesor y, al retomar de nuevo la vida académica, incidí sobre lo que conocía», afirma Badiola, cuyo padre formó parte de la cooperativa «Kide» y a quien, con el nombre de la recién creada empresa, quiere rendir un pequeño homenaje.

El Doctor Badiola nos cuenta que, al margen del estigma que tiene la enfermedad y la gravedad que tiene bajo la perspectiva científica, «es un proceso bastante apasionante, desde el punto de vista biológico celular». Así, comparte ese ámbito de trabajo con Duarte, que volvió de investigar en Luxemburgo para entrar en un grupo donde se trabajaran enfermedades neurodegenerativas o neuro-oncología y que coincide con su socio en que «las células tumorales son muy interesantes por todas las propiedades que tienen».

Maitane Duarte(OSC) e Iker Badiola (CEO), fundadores de Nanokide Therapeutics

¿Cuáles son los orígenes de Nanokide Therapeutics?

Nanokide Therapeutics nació de una patente que, en sus inicios, fue compartida entre la Universidad del País Vasco y la Universidad de Santiago de Compostela sobre una nanopartícula que llevaba dentro un micro RNA, material genético. Fue la universidad gallega la que cedió la patente amistosamente y al cien por cien a la Universidad del País Vasco y, desde ese momento, parte de los creadores de la patente decidimos dar el salto y crear una spin off basada en esta nanopartícula que puede utilizarse como plataforma. 

¿Qué significa que una nanopartícula puede servir como plataforma?

Cuando hablo de plataforma, me refiero a que es muy flexible porque se le pueden incluir diferentes tipos de material genético, con lo cual, más allá de la patente del primer uso que se le dio con un micro ARN determinado, con unas células diana determinadas y con unos resultados que se dieron en la metástasis hepática producida por el cáncer de colon, es una plataforma a la que se le puede dar muchísimos más usos, algo que estamos aprovechando para desarrollar más productos.

Existen fármacos que van directamente contra el proceso angiogénico pero ¿qué diferencia marca Nanokide Therapeutics con respecto a otras empresas?

En nuestro caso, la nanopartícula bloquea ese proceso angiogénico. Llega un momento, cuando se produce un tumor, en el que las células tumorales crecen de tal manera que necesitan de más oxígeno y más nutrientes, así que la estrategia que suele utilizar el tumor es enviar una serie de señales, en cierto modo engañosas, al tejido sano que circunda y lo pone a trabajar para su beneficio. A esto, los científicos lo llamamos «Microambiente Tumoral» donde, uno de los más significativos en este cambio de microambiente suele ser el proceso angiogénico que consiste en eso, en que el tumor envía una señal a las células que componen los vasos sanguíneos y estas células empiezan a crecer y a direccionarse, a migrar hacia el tumor, con lo cual, los vasos sanguíneos acaban ramificándose e infiltrando el tumor, lo que conlleva más aportes, más oxígeno y más capacidad de crecimiento para el mismo.

Como indicas, no es nuevo que haya estrategias que bloqueen ese proceso angiogénico. Los fármacos que existen van directamente contra el proceso pero, desde Nanokide Therapeutics y desde la patente que se creó, planteamos un cambio de paradigma. Hasta el momento se han intentado bloquear, de alguna forma, esas señales que emite el tumor al tejido circundante, en este caso a los vasos sanguíneos. De hecho, existe un fármaco muy conocido que es el Bevacizumab, conocido comercialmente como Avastin, que ataca específicamente a ese tipo de moléculas. En principio, este fármaco parecía muy esperanzador pero hay muchos casos en los cuales no funciona al presentarse resistencias por la heterogeneidad de los tumores, motivo por el que algunos de ellos no utilizan esta molécula, este factor de crecimiento vascular, ya que utilizan otro tipo de señales.

La diferencia que marcamos desde Nanokide Therapeutics es que llegamos a esas células endoteliales con una nanopartícula en concreto e incluimos un material genético que hace de interruptor dentro de la célula sin tener en cuenta lo que está ocurriendo en el exterior dado que vienen muchas señales diferentes. Se trata de buscar dónde están convergiendo todas esas señales en el interior de la célula para conseguir, en pruebas in vitro, comparativas con los productos que hay en el mercado y observar así los mejores resultados. Y esa es la base del primer prototipo, la patente que está más desarrollada y que ya está en ensayos preclínicos.

¿En qué mercados está la patente en cuanto a la terapia se refiere?

Tanto en Europa como en Estados Unidos, país que quizás sea la cuna de este tipo de modelos de negocio. Además, a colación de todo esto, hemos conseguido un hito bastante importante y es la colaboración con el Instituto Nacional de Salud norteamericano. Una de sus ramas es el National Cancer Institute (NCI), que todos los años suele convocar un programa centrado en testar nanopartículas contra el cáncer. Presentamos nuestro prototipo y después de un proceso selectivo bastante exigente, conseguimos entrar en este programa en el que sus laboratorios homologados van a realizar ciertas pruebas preclínicas. He de añadir que, dentro de ese programa, no solo participa el NCI sino que también lo hace la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) que cumple una labor de vigilancia tecnológica y, de resultar positivos los ensayos, también entraríamos directamente en sus programas. 

Y, si bien tenemos una vocación abierta internacional, también recurrimos al ámbito nacional en, por ejemplo, realizar parte de los ensayos, buscar fondos o llegar a acuerdos con socios estratégicos tecnológicos e institutos de investigación, entre otros.

¿Cuáles son los obstáculos que os habéis encontrado por el camino?

El obstáculo número uno es la financiación. Estamos hablando de unos ensayos preclínicos con un coste cercano al millón de euros, con lo cual tenemos que empezar con una búsqueda de fondos única y exclusivamente para estos ensayos, hecho al que hay que sumar la estructura que también tiene que mantener nuestra startup y el desarrollo de los prototipos 2 y 3.

En segundo lugar, hemos de contar con los propios ensayos, que son muy específicos. Una cuestión técnica que, en algunos casos, podemos realizar nosotros pero en otros casos tenemos que echar mano de otros profesionales o de socios estratégicos que estén capacitados para hacerlo.

Hay gente que desconoce que haya investigadores que se lancen a una aventura empresarial. ¿Cómo lo percibís siendo científicos?

Creo que este punto de vista va cambiando, nos vamos abriendo más al mundo. Está claro que la investigación básica tiene que existir y yo he sido y seré fiel defensor de ella. Siempre suelo poner el mismo ejemplo, el caso de Francis Crick y James Watson cuando descubrieron la estructura del ácido desoxirribonucleico, el ADN, en investigación básica, una reacción del puro conocimiento. Al cabo de los años, ha llegado la PCR y otras mil cosas de las que nos hemos servido y para conseguir grandes avances en la ciencia y en las tecnologías aplicadas a la sociedad, algo que siempre tiene que existir.

Por otro lado, la aplicación de los proyectos científicos a la sociedad, a valores tangibles desde el mismo momento en el que se plantean es mucho más evidente hoy en día, de forma que, si ya en los investigadores básicos gestionamos ya que los proyectos tengan un enfoque con una aplicación social, no nos tiene que extrañar de ninguna manera que, en algunos casos, cuando dan sus frutos, se les pueda dar la forma de una empresa.

¿Qué papel cumplen las instituciones como agentes de apoyo a proyectos como el vuestro?

En nuestro caso, tanto desde la Universidad del País Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco hemos recibido todo el apoyo posible y se han convertido en los grandes pilares que nos han permitido poner en marcha nuestro proyecto. Por un lado,  la Universidad se ha animado en todo momento a que esa patente, que era de su propiedad, fuera transferida a Nanokide y nos ha dado todas las facilidades para instalarnos en su incubadora y, desde la Diputación y el Gobierno Vasco, hemos recibido diferentes programas en forma de ayudas económicas.

¿Cómo fue el proceso que permitió llegar a la patente?

La evolución en cierta manera fue un poco curiosa porque, siendo sinceros, nuestro grupo hacía la identificación de la diana, del material genético que va dentro de la nanopartícula, ese micro RNA 20 que tiene una función biológica en la célula, pero necesitábamos un vehículo para llegar a las células diana. En la búsqueda de ese vehículo encontramos al grupo de Alejandro Sánchez, de la Universidad de Santiago de Compostela y, al juntarnos los dos, llegamos a crear una formulación. Lo primero que pasó por mi mente cuando toda la experimentación se realizó fue que teníamos que publicarlo y ahí fue cuando el grupo de investigación que te he mencionado, que tenía más experiencia en este campo, me animó a protegerlo primero, algo curioso porque estamos hablando de dos grupos muy diferentes en el que uno anima al otro a proteger esa investigación. Nos tomamos este hecho como algo muy positivo, era nuestra primera experiencia y nos animamos a ello.

El proceso fue bastante rápido y, nada más empezar con los primeros datos de protección, ya pudimos publicar. Muchas veces, tenemos miedo sobre si proteger nos va a causar retrasos en nuestras publicaciones científicas y hemos visto que no es así, al menos en nuestro caso.

De ahí, poco a poco, fue tomando cuerpo. En un principio se incorporó a las carteras de patentes de ambas universidades pero llegó un momento en que la Universidad del País Vasco la asumió al cien por cien, hecho que sentimos como un primer apoyo explícito porque creía en nuestra formulación. Desde entonces comenzamos la estrategia de intentar transferirla a alguna compañía farmacéutica con algunos éxitos parciales porque, al estar en una fase demasiado incipiente, no se querían arriesgar y así nos dimos cuenta que ese hueco que había entre el punto donde estábamos y el punto donde querían llegar las grandes empresas farmacéuticas, lo teníamos que recorrer nosotros y de ahí nació Nanokide Therapeutics.

¿Qué es la transferencia de tecnología para Nanokide Therapeutics?

Es otro de los pilares y otro de los puntos críticos. No solo hay que negociar conscientemente, porque un buen acuerdo o un mal acuerdo de transferencia puede suponer la continuidad o la muerte del proyecto. Hay tantos modelos de desarrollo que creo que es un punto que hay que negociar bien, hablarlo bien, tomar el tiempo necesario para reflexionar sobre ello e ir sin prisa pero sin pausa porque nos podemos encontrar con una ronda de financiación, un fondo que te exija el acuerdo de transferencia puesto que ahí hay un valor bastante importante con lo cual es importante, antes de empezar cualquier ronda, tener ya el acuerdo cerrado para poder presentarlo.

La ciencia, la estrategia y la tecnología son importantes y uno puede atraer a inversores por la tecnología que tiene pero sin un buen acuerdo, esos inversores se ahuyentan.

¿Es posible que los inversores se sientan más atraídos por una empresa de vuestro sector o es más complicado?

Pienso que, dentro del mundo de las inversiones, se está dando bastante especialización. De hecho, durante el tiempo que llevo con Nanokide Therapeutics, he visto que hay más inversores específicos del mundo biotecnológico, inversores que en principio te vienen diciendo que ellos invierten en salud pero también hay inversores que diferencian en instrumentación, en tecnología y en terapias, con lo que ayuda en dos sentidos, en que ya se está acotando bastante y en que, para el investigador, también es más sencillo porque el interlocutor está especializado en algo más concreto y conoce el lenguaje científico, algo que es muy favorable para que entiendan mejor los proyectos a la hora de apostar por ellos.

Últimamente ya son fondos muy especializados que se han preparado o que tienen en sus plantillas a científicos que han hecho su carrera científica, sus doctorados científicos, incluso estancias postdoctorales y trabajan como interlocutores porque se han reciclado en el mundo de la empresa porque tienen esa base de conocimientos financieros pero sobre todo, son científicos.

De cara a principios del año 2023 lo que apremia es una primera ronda. Estamos hablando de 1,2 millones de euros según el plan de negocio que hemos hecho y ahí estamos teniendo conversaciones con diferentes entidades, con diferentes fondos, que de momento están bastante bien encaminadas y somos bastante optimistas y positivos después de las primeras respuestas que hemos tenido ante la presentación del proyecto.

¿Se hace necesario que los investigadores sean más visibles como emprendedores?

Hacerse visible en el ecosistema es primordial porque no solo se trata de hacer búsqueda directa sino también, de forma indirecta, ir por caminos que pueden llevarnos a nuestros objetivos.

Los investigadores también tienen que salir a la palestra y el emprendimiento debe ser un equilibrio, dos caras de una misma moneda en la que hay que invertir mucho tiempo, en conocimiento, en contactos científicos…porque los científicos estamos constantemente aprendiendo, leyendo artículos y mezclando ideas propias con las que vamos adquiriendo y acumulando y eso es vital, con una perspectiva empresarial y de aplicación total. Pero también está el lado de la financiación, con lo que asistir a congresos y a eventos de emprendimiento es muy importante no solo porque uno vaya a encontrar la financiación directa o el fondo directo que va a venir y, tras una entrevista de veinte minutos vaya a invertir, sino que pueden conseguir contactos que, indirectamente, pueden llevar a otros. 

IRISBOND desafía las barreras de personas con dificultades en la comunicación oral funcional

La Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) y el eye-tracking interactivo permiten que la posibilidad de comunicarse llegue a más gente.

La tecnología ayuda a que, aquello que puede parecernos ciencia ficción, se convierta en realidad. Y para ello, esa tecnología se apoya en proyectos pensados, diseñados y ejecutados por personas. Eso ocurre, por ejemplo, con la empresa que entrevistamos hoy. Y es que todo el equipo técnico de IRISBOND trabaja para cambiar el mundo y dar mayor calidad de vida ayudando a quienes no pueden comunicarse de manera autónoma.

¿Cómo lo consigue? Lo explicamos. Esta pyme donostiarra lleva años trabajando en el manejo de un dispositivo que se utiliza con los ojos gracias al desarrollo de una tecnología que está enfocada, inicialmente, al mundo de la discapacidad, obedeciendo a la idea de lo que se conoce como  “comunicación alternativa” y que, en este caso, permite “hablar” con la mirada, facilitando así esa forma de comunicarse a, por el momento, más de 3.000 personas. Aunque tiene muchísimas aplicaciones, es esta en concreto la que permite interactuar de manera sencilla a las personas que más lo necesitan, como pueden ser aquellas que padecen enfermedades como la ELA.

¿Cómo funciona? El usuario se posiciona y una serie de dianas fijan y calibran la mirada. Un algoritmo personaliza una serie de parámetros a las condiciones de quien va a usar el dispositivo y, con ello, se da lo que el CEO de IRISBOND, Eduardo Jauregui, denomina “transacción ocular”, tras la cual, ya se está listo para “hablar” con la mirada. De esta forma, personas con algún problema motor que quedan completamente incomunicadas ante el resto tienen la posibilidad de hablar a través de una voz sintetizada y controlar su entorno, abriéndoles una «increíble ventana al mundo», en palabras de Jauregui.

Eduardo Jauregui, fundador de IRISBOND

IRISBOND nació en julio de 2013 gracias a su colaboración con el Centro de Visión por Computación Vicomtech, que contaba con una tecnología que permitía controlar un dispositivo con la mirada y que buscaba un modelo de negocio, un promotor que lanzara el proyecto al mercado.

Eduardo Jauregui, ingeniero industrial, trabajaba entonces en una empresa local de equipos electrónicos y tras un paso como director de I+D en una multinacional, se quedó sin trabajo, momento en el que decidió “reinventarse”. Surgió una oportunidad dentro del centro tecnológico junto al gerente del mismo, quien había sido su tutor del proyecto de fin de carrera y quien le sugirió que podía desarrollar un modelo de negocio basado en la tecnología que se estaba dando para darle forma a la incipiente IRISBOND.

Así, Jauregui se convirtió en emprendedor, cambiando el “paradigma” de profesional que siempre había trabajado por cuenta ajena y que ahora se lanzaba a tener su propia empresa, asumiendo que ponía en riesgo su patrimonio personal pero teniendo la idea clara de que aquello por lo que apostaba, iba a funcionar porque unía tecnología disruptiva e innovación en un proyecto internacional que, además, podía ayudar a otros.

Si bien la idea inicial de IRISBOND se basaba en un concepto de tecnología “pura”, el hecho de que todo el desarrollo se dirigiera a ser un sistema de apoyo a personas que sufren un tipo de discapacidad, fue algo “casi natural”, añadiendo así un componente de impacto social importante. Validar el proceso en el mercado, entendiendo las necesidades de los usuarios, le hizo crecer porque se le iba dando un valor añadido a un dispositivo que se complementó con un software de comunicación alternativa que permitía hablar con los ojos, como hemos indicado anteriormente.

Gracias a desarrollos internos y a través de colaboraciones con empresas multinacionales que ya operan en el sector de este tipo de comunicación pero que no cuentan con tecnologías de eye-tracking, se han conformado soluciones avanzadas en comunicación alternativa mediante mirada para que el usuario final cuente con esa herramienta tan importante para él puesto que “conecta con el mundo a través de sus ojos”, afirma Eduardo.

En enfermedades como la ELA, el paciente puede volver a “engancharse” a la comunicación con el eye-tracking, igual que ocurre con niños con parálisis cerebral, que pueden nacer con sus capacidades cognitivas limitadas, en muchos casos. Además, el trabajo con logopedas y profesionales de la educación especial, apoya la tecnología de IRISBOND para desarrollar aplicaciones específicas con las que pueden, en primer lugar, identificar si la mirada es un medio válido de comunicación para ese niño. Estos profesionales ayudan a “educar” esa mirada y convertirla en una herramienta de comunicación para el paciente, tanto es así que, según cuenta Eduardo Jauregui, entre sus usuarios hay niños escolarizados en colegios ordinarios, lo que supone un cambio “radical” en sus expectativas de vida y en su entorno, con personas que estaban “abocadas” al silencio y que, de repente, se han “empoderado”.

Con presencia internacional, en Canadá, Europa, Sudamérica o EE. UU. (su última oficina está ubicada en Boston, donde hay un centro de referencia como es el Boston Children Hospital), la empresa de la que hablamos hoy, con una tecnología social y humanamente disruptiva, quiere seguir siendo la “punta de lanza” y estar con los mejores. Entre los miembros de su departamento de desarrollo tecnológico, se encuentra un equipo “potente” en matemáticas, física o inteligencia artificial que se coordinan tanto con profesionales de centros tecnológicos de referencia en nuestro país como con expertos del prestigioso MIT, trabajando codo a codo con el departamento especialista en algoritmos de inteligencia artificial, el Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory (CSAIL) hasta donde desplazaron a una de IRISBOND para que colaborara en el desarrollo de algoritmos.

La pandemia «cortó» todo ese proceso pero, en palabras de Jauregui, fue un “parón” que sirvió para coger impulso y apostar todavía más por aprender en el hub de salud digital que existe en Boston, centrándose en el tema del diagnóstico precoz de enfermedades neurodegenerativas, que es una de las líneas que IRISBOND está empezando a mover porque el cerebro y la mirada están estrechamente unidos.

Tal y como refiere el fundador de la empresa, la letra es una herramienta muy potente para todo aquel que ha perdido la capacidad de comunicarse pero además puede ser una fuente inagotable de información del cerebro, un órgano cuya conexión con la vista implica que se puede responder ante ciertos estímulos que el ser humano puede desarrollar pero… ¿se puede monitorizar la mirada?, ¿cuál es la reacción de una persona ante esos estímulos?.

La respuesta es que sí se puede monitorizar la mirada, dándonos pistas sobre si existe algún tipo de déficit neurológico. A pesar de los numerosos estudios que se han realizado sobre este tema a nivel mundial, con evidencias científicas de los resultados obtenidos, apenas existen soluciones comerciales aplicadas. Jauregi afirma que IRISBOND es “muy” pionera en temas de tecnología de tracción y cuenta con autoridad para explorar en este sentido, combinando su conocimiento con expertos del área clínica. En la actualidad, se está llevando a cabo un ensayo diagnóstico experimental mediante un acuerdo con el Hospital Universitario Donostia para evidenciar, a lo largo de este año, si el eye-tracking es capaz de diagnosticar de manera precoz un daño cognitivo leve, antesala a un Alzheimer, a un Parkinson, a una demencia, a cualquier señal que ayude a anticiparnos a una lesión cerebral.

LA IMPORTANCIA DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL EN EL ENTORNO EYE-TRACKING

“Rodearnos de expertos en tecnología y en medicina neurológica nos hace ser autónomos tecnológicamente y líderes en un sector donde la comunicación alternativa escasea”, admite Jauregui, quien nos cuenta que, hay muy pocas empresas a nivel mundial que desarrollen el eye-tracking para distintas aplicaciones siendo Suecia el país líder, de manera indiscutible. Esto hace que el equipo de esta startup se sienta más orgulloso de su trabajo porque “estamos dando mucha guerra desde nuestra dimensión, luchando con mucha ambición, actitud y con vocación por seguir estando ahí”.

A este nivel, con la clara intención de crear un “core” interno, llega la importancia de la Propiedad Intelectual al desarrollar algoritmos muy complejos que presentan dos ramificaciones de la tecnología de IRISBOND: una que está basada en el dispositivo físico, el hardware que tiene un microcomputador interno, un pequeño ordenador que permite traquear la mirada y además hacerlo con diferentes sistemas operativos (el mayor logro conseguido este año). Y, por otro lado, la defensa y gestión del conocimiento generado para que no se genere ingeniería inversa y que además sea útil para ofrecer a los clientes una garantía adicional y un plus de confianza cuando se cuenta con esa tecnología protegida.

Al respecto de esta cuestión, hay que añadir que IRISBOND cogió el guante que ofreció Apple hace dos años, una marca muy sensible a la parte de accesibilidad pero sin plataforma compatible con sistemas de mirada hasta ese momento. El equipo de Jauregui rediseñó el dispositivo para adaptarse y ya cuenta con un chip autentificado y con una serie de algoritmos “muy complicados» que han pasado por un proceso de homologación muy exigente por su parte, hasta conseguir el sello del ecosistema IOS de Apple, el MFi (Made for IPad)” y con el que ya se puede manejar cualquier IPad con la mirada, haciéndolo único en el mundo.

Desde entonces han surgido temas muy interesantes que siguen desarrollando y explotando pensando en la continuidad de la línea tecnológica siempre protegida. De hecho, han llevado adelante el eye-tracking en un entorno multiplataforma con una patente porque es algo que no existe en el mundo. Por otro lado, también están trabajando y evolucionando hacia plataformas que permitan manejarse al usuario con los ojos sin necesitar un hardware añadido, solución que también está patentada ya y que han bautizado con el nombre de “Mamu” (“fantasma” en Euskera).

Al fin y al cabo, la mirada es la forma más natural que tenemos las personas de comunicarnos entre nosotros. En nuestra conversación, Eduardo Jauregui reflexiona sobre el hecho de que utilizar un ratón o un teclado es lo menos intuitivo que existe pero “nos lo han impuesto” y con el tiempo, hemos interiorizado su uso a pesar de que lo normal es compartir la comunicación a través de los ojos, la voz, los gestos, los impulsos cerebrales por la mirada…por lo que “nuestra vocación es ir entendiendo cómo podemos poco a poco, de manera nativa, introducir esas tecnologías y que, en un futuro, cualquier ordenador tenga la algoritmia suficiente como para poder permitir esa interacción natural, entre la que se encuentra la mirada”.

Llegados a este momento de la entrevista, cabe preguntar si nos estamos olvidando del reporte empresarial en una empresa con un producto pionero, de éxito y proyección internacional. Jauregui lo tiene claro cuando afirma que “nuestra vocación como empresa es generar beneficio y riqueza en el territorio pero, en este caso, el impacto social es tan importante que supera al beneficio económico porque la comunicación es un derecho de las personas”, que no puede ser un lujo ni una barrera”. La tecnología no es cara pero hay usuarios de distintos niveles económicos a los que les une el mismo problema y, quienes tienen dificultades financieras, necesitan apoyo.

“SE HACE NECESARIO REGULAR EL USO DEL DISPOSITIVO DE EYE-TRACKING EN LA SANIDAD PÚBLICA PARA GARANTIZAR EL DERECHO A LA COMUNICACIÓN DEL PACIENTE”

Irisbond hizo un llamamiento a las asociaciones de ELA de España, con las que fueron al Ministerio de Sanidad hace ya 7 años para presentar la cartera básica de servicios que justificara que la tecnología desarrollada tenía que estar incluida en la cobertura del sistema sanitario público nacional y ha sido hace poco más de 2 años cuando el Consejo de Ministros aprobó que el eye-tracking es un derecho para las personas que tienen algún tipo de déficit de comunicación en España, un «gran logro” para la empresa y para la sociedad en general, que la convierte en una más moderna y adaptada a los tiempos. Ahora se está trabajando con cada una de las 17 Comunidades Autónomas en los pliegos de licitación para hacer realidad este derecho de los ciudadanos y ha sido la Valenciana la primera en contar con más de 150 dispositivos, de uso gratuito y que deben ser prescritos por un neurólogo.

“Somos capaces de suministrarlo pero falta regulación”, señala Eduardo Jauregui, recordando que, aunque tengan mucha “autoridad y experiencia” en el desarrollo, no son los únicos licitadores porque existen empresas extranjeras que pueden tener un distribuidor en España. Además de la Comunitat Valenciana, también están avanzando en Andalucía, por ejemplo, a través de compras menores que han llegado a más de 60 pacientes, validando un producto que puede ayudar a Irisbond a ser los adjudicatarios y empezar a dar servicio de una manera más extensiva porque el objetivo que persigue Irisbond con esta propuesta es garantizar “de por vida” el derecho a la comunicación de las personas y darle calidad de vida a cada paciente.

MOVER CONCIENCIAS EN LA ADMINISTRACIÓN Y QUE IRISBOND SE AFIANCE EN EL MERCADO

«Llegar a los usuarios con la tecnología de IRISBOND es fácil pero llegar al mercado ya es algo más complicado», admite Jauregui. Con todo, hay una parte “muy de tecnología de desarrollo y de colaboración con otros centros tecnológicos  y otra de movimiento de mercado, de colaboración los partners”, que desarrolla soluciones de comunicación alternativa y que necesita integrar la parte de control por mirada en su portfolio de producto. Esto les lleva a estar “muy atentos” sobre las nuevas tendencias tecnológicas, los riesgos que pueden ocurrir y ver hasta dónde se puede aportar valor, no solo en las líneas de la salud sino en otras de lo más diverso aunque siempre “sin desvirtuar nuestro foco ni nuestros principios y valores como empresa” porque son conscientes del impacto que generan, de que están cambiando la vida de mucha gente pero que lo hacen con “responsabilidad”.

Ezequiel Navarro: «Es necesario acercar la innovación tecnológica a las pymes para impulsar su desarrollo»

«Innovar consiste en llegar los primeros y para eso hay que ser ágiles, rápidos y poner en el centro de nuestra actividad a los clientes de nuestras empresas para generar plusvalía, valor, tecnología, know-how y lo que impulsa el desarrollo».
Estas declaraciones forman parte de la entrevista que el equipo de CEVIpyme mantuvo con Ezequiel Navarro, presidente del INNOVA IRV, pocos días después de la presentación oficial de la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación, cuyo objetivo es «acercar la innovación tecnológica de primer nivel mundial a las #pymes con un modelo inspirado en el FRAUNHOFER INSTITUT para ganar competitividad, escalar, atraer inversiones y fomentar la creación de Nuevas Empresas de Base Tecnológica basadas en el Deep Tech».
En sus primeros seis meses de vida, el número de compañías que colaboran con el INNOVA aumenta sin parar. Su foco se sitúa en la transferencia empresarial industrial articulada en los campos de la microelectrónica, las tecnologías digitales y las redes avanzadas.

¿En qué consiste exactamente este Instituto?

Exactamente consiste en cambiar la envidia por la admiración y los «egosistemas» por los ecosistemas. Consiste en impulsar la innovación desde el punto de vista del mercado, de las empresas, trabajar juntos para hacer proyectos y no inventar la rueda. Consiste, en vez de crear un centro tecnológico lleno de investigadores que buscan clientes, en tener un grupo de clientes y de demanda que tienen proyectos que se van a apalancar y a apoyar en los sistemas de innovación, en los investigadores que estén en toda España, en nuestras universidades y en lo que no haya, contrataremos a los investigadores de todo el mundo que sean necesarios para cubrir. Repito, no hay que inventar la rueda, sino ser rápidos, ágiles, enfocando la prioridad en el mercado, la transferencia, la velocidad.

Foto de familia de la presentación de la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación

Invertir en ciencia está muy bien pero, probablemente, el fruto de esa ciencia lo aprovechen empresas de otros países, no las empresas de nuestros territorios. Lo que hemos hecho desde la Fundación Ricardo Valle ha sido alinear a las instituciones públicas, Ayuntamiento de Málaga, Junta de Andalucía, patronos de reconocido prestigio, las mayores empresas de Málaga en este primer polo y a las empresas. Aquí están la Universidad de Málaga, la de Sevilla y la de Granada para unir a todos los miembros del ecosistema pero liderado por las empresas. La Fundación es fundamentalmente privada, con capital principal privado y liderado por los proyectos que las empresas quieren y necesitan meter en el mercado con velocidad.

¿A qué tipo de proyectos te refieres?

Nosotros no predefinimos los proyectos sino que les hemos preguntado a nuestras propias empresas en qué están dispuestos y quieren invertir en innovación. Así, han surgido varios grupos como el de microelectrónica, otro de salud digital, un grupo de inteligencia artificial, uno de economía circular y uno de vehículos eléctricos conectados, fundamentalmente. Todos ellos presididos por vicepresidentes, que son a su vez los CEO de las empresas más significativas, como pueden ser, en vehículo eléctrico conectado, DEKRA, institución en I+D con más de 100 años a nivel mundial. También está ACCENTURE, con más de 3.000 personas trabajando en desarrollo de inteligencia artificial o AERTEC en sistemas aeroespaciales, que es la empresa que preside el clúster andaluz aeroespacial y cuyo director, Antonio Gómez, ha recibido el premio al ingeniero del año por el Colegio de aeronáuticos.

También contamos con Endesa Andalucía, especialmente vinculada al territorio, dirigida por Rafa Sánchez y que está en un proyecto brutal de transformación y de cono del «Living Lab», nuestro primer laboratorio en el Parque Tecnológico de Málaga y que puede ser el modelo para extender a lo que queremos hacer en Málaga en el 2027, un modelo de economía circular desde la energía, desde el residuo cero, desde los consumos.

Hace un momento te estaba enseñando los componentes y los productos que hacemos en Premo. Cien por cien economía circular . Componentes que estás en los vehículos eléctricos de todo el mundo. Lo que queremos es hacer eso, extendido a todas las empresas y aunque pensemos primero en el ecosistema del propio Parque Tecnológico, están invitadas todas las empresas de España y las multinacionales ubicadas en nuestro país, como Google o Vodafone, que acaba de abrir su centro de innovación europeo en Málaga. Es decir, que entendemos a Málaga como el epicentro de este Instituto pero sin mirar el color del gato, ya que lo que importa es que cace ratones.

No miro si el que viene conmigo va a ganar más o va a ganar menos, si es mi competidor o qué va a aprender porque yo miro lo que él persigue conmigo, un objetivo común porque así seguro que me va a ir bien.

Dada tu experiencia profesional y empresarial, ¿en qué estado crees que se encuentran actualmente las pymes españolas?

Mucho peor de lo que debieran. Las pymes españolas son mucho más pequeñas de lo que corresponde al tamaño de las empresas por la economía española. Las de Alemania, Inglaterra o Francia son mucho más grandes que las nuestras y no hay más que fijarse en el PIB de cada uno de estos países y compararlo con el nuestro así que, en primer lugar, tenemos un problema de tamaño y un segundo problema añadido porque el ecosistema de innovación no funciona por la falta de conocimiento, es decir, hay pymes que creen que contratar a un ingeniero o aplicar un software con una tecnología existente es suficiente pero no es así porque si aplicas una tecnología que está aplicando todo el mundo y tú no, te quedas fuera.

Hacer I + D tiene que estar enfocado en crear más valor, haciendo cosas nuevas o de manera de manera distinta, no solo productos tecnológicos, también en cómo hacemos las cosas en nuestros propios procesos de negocio, cómo estamos tratando con los clientes o cómo estamos reclutando a nuestra gente. Innovar no va solo de crear productos o servicios, sino también trata sobre la forma en que hacemos las cosas de manera mejor y nueva para crear ese valor añadido. Es así como impulsaremos a las pymes y, para ello, hay que esforzarse en mentalizar mucho más y crear herramientas realmente efectivas porque, por ejemplo, cuando una pyme solicita una ayuda, tiene que hacer un montón de papeleo para ello y la cobra cinco años más tarde, eso solo implica crearle un montón de problemas porque tiene que buscar la financiación de sus fondos propios o de la banca y esperar luego y rogar a ver si con todo el papeleo en orden le llega la pasta.

Dentro de todo este proceso, ¿en qué lugar entra la Propiedad Industrial?

Cuando me invitan desde la OEPM a hablar a su evaluadores, siempre les preguntó para qué sirve una patente y algunas veces me han dicho cosas muy variopintas y no me daban la respuesta adecuada. Yo siempre digo que es para vender más, para ganar más dinero, poder vender con más margen ya que tengo algo que realmente es innovador, aporta más valor y está protegido. Tengo que ser capaz de decirle a ese comercial que está tentado de bajar los precios que no, que mi producto es único y si lo quiere, que lo pague porque esto se trata de tener más margen, solo generando plusvalía seremos capaces de pagar mejores salarios y de invertir más para seguir mejorando el estado de nuestras empresas, nuestras tecnologías y nuestros procesos de innovación.

Rafael Escamilla: «Hay que valorizar el papel de la administración pública en el emprendimiento a través de las Agencias de Desarrollo Regional»

La creación de la Asociación Española de Agencias de Desarrollo Regional, conocida como Foro ADR´s, nació hace 20 años de una forma casi casual porque, todas las regiones, españolas y europeas, tenían un organismo, esa entidad de derecho público que promueve las políticas de Pymes, las políticas de emprendimiento, de financiación a la innovación, de crear espacios para crear, para  invertir, que fomentan la internacionalización, que fomentan la transferencia de tecnología, los recursos para aplicar la I+D y a las que se les llama «Agencias de Desarrollo Regional».

Así comienza nuestra conversación con Rafael Escamilla Domínguez, Secretario General de Foro ADR, recordando el origen un modelo que surgió, en España, en las décadas de los 80 y 90, coincidiendo con el Estado de las Autonomías, cuando las regiones «comenzamos a tener dinero y competencia propia para gestionar nuestras políticas públicas de pyme».

En la Comunidad Valenciana se llama IMPIVA, en Madrid IMADE, en Cataluña, Acció, el Instituto de Fomento de Murcia, el Instituto Gallego de Promoción Económica… Así, las 17 comunidades autónomas. Todos teníamos nuestra Agencia de Desarrollo Regional, pero no había una vertebración entre todas. Es EURADA, la Asociación Europea de Agencias de Desarrollo Regional que nació hace 30 años, la que nos puso a todos en contacto porque no solo convocaba a las agencias de Desarrollo Regional del resto de países, sino también a las españolas y, curiosamente, de ese contacto, de ese permanente encuentro en Bruselas, surgió la necesidad de vernos en el territorio nacional porque pensamos que si nos estábamos reuniendo en Bruselas, ¿por qué no tomar la iniciativa de forma espontánea?. Y eso fue lo que comenzamos a hacer desde el año 2000, constituyendo primero un foro de debate en el que hablábamos de los temas que, las regiones y las comunidades autónomas, teníamos como prioridades para gestionar los fondos regionales, nacionales y europeos, para aplicar esas políticas que necesitábamos ir renovando permanentemente con la PYME, con el emprendedor, en el ámbito de la I+D,  de la financiación en todos estos ámbitos tan amplios que sumergen al de la industria y de la economía y entonces comenzamos a reunirnos. Se empezó a hablar del Foro de las ADR y al final, en el 2007, consideramos que tenía entidad suficiente, dimensión suficiente, para crear una asociación. Entonces se creó la Asociación Española de Agencias de Desarrollo Regional que tiene una presidencia rotatoria pero que la Secretaría General sí que, a efectos de una funcionalidad práctica, se designa a una Agencia de Desarrollo y, en concreto, más que una Agencia de Desarrollo, a una persona que haya estado dentro del proceso de constitución y que tenga el conocimiento de la gestión de la propia red. Y este es el caso que recae ahora en nosotros, en la Comunidad Valenciana, a través del IVACE y en concreto conmigo, desde el 2016, ocupo este puesto de Secretario General.

¿Ha habido un antes y un después desde su origen en 2007?

Ha habido un antes y un después porque nosotros, en realidad, nacemos con ese ámbito de intercambiar, a priori, las preocupaciones más globales, más generales, de funcionamiento, de gestión de recursos, de gestión de las ayudas, de los programas operativos de nuestras regiones frente a la Unión Europea, de la propia estructura interna o de los temas de personal. Somos un poco de naturaleza híbrida porque somos entidades de derecho público pero nos toca mucho tratar y trabajar con el derecho privado porque somos la ventanilla frente a la pyme y tenemos que dinamizar permanentemente instrumentos y servicios muy ágiles. Partiendo de conceptos más globales, vimos que necesitábamos también descender a temáticas muy específicas, por ejemplo, el emprendimiento. Con el emprendimiento en España, las Agencias de Desarrollo Regional hemos cumplido un papel esencial en la puesta en marcha de las primeras infraestructuras para los emprendedores. Contamos con las incubadoras de empresas o nuestros Centros Europeos de Empresas de Innovación (CEEIs), desde donde nació incluso la Asociación Nacional de los CEEIs, ANCES pero, en el ámbito del emprendimiento, se han generado tantos interlocutores que, al final, se ha quedado muy difuso y las agencias de Desarrollo Regional hemos querido, desde el primer momento, mantener ahí un orden, una interlocución, una gobernanza de lo que es el emprendimiento porque, al final, hay que destinar también recursos y hay que valorizar las buenas prácticas y hay que poner un poco cada uno en su región, en su comunidad autónoma, valorizar ese papel de la administración pública en el emprendimiento a través de las Agencias de Desarrollo Regional y de ahí se creó entonces un grupo de emprendimiento pero lo mismo ocurrió, por ejemplo, con la economía circular, donde todos tenemos que trabajar necesariamente con conceptos de economía circular, de simbiosis industrial o con el tema de la financiación a la innovación, nuevos instrumentos de financiación que, aunque existan otros organismos específicos de financiación en los territorios, las agencias no podemos abandonar esa parcela porque estamos frente a la empresa y entonces actuamos muchas veces en esa interlocución de la oferta y la demanda.

También en el espacio, por ejemplo, de los clústeres, que hemos trabajado igual que en los Digital Innovation Hubs, espacios donde hay una gran cantidad de recursos con la Agenda Digital europea hasta el 2030, con los Next Generation… Estamos trabajando, por ejemplo, tras la pandemia, con espacios que emergieron donde había una preocupación en el sector del automóvil ya que, muchas comunidades autónomas, la mayoría, tenemos directa o indirectamente al sector implicado generando riqueza y empleo y hemos creado un grupo para eso. De la misma forma, hemos generado un grupo en desarrollo territorial sostenible por la España despoblada puesto que hay Comunidades Autónomas que tienen auténtico problema del despoblamiento y así, vamos intentando generar grupos de trabajo y dinámicas que van avanzando, que van evolucionando y que nos permiten esa viveza, ese intercambio de expertos -en los grupos participan más de 200 expertos de las agencias de Desarrollo Regional- que intercambian el conocimiento y que promueven esa colaboración.

Es muy interesante porque siempre decimos que tenemos nuestro escalado a nivel europeo a través de EURADA. Y es verdad, mantenemos mucha interlocución con la plataforma europea. Nos nutrimos en temáticas, en conocimiento, en proyectos, en propuestas, y eso nos enriquece recíprocamente. De hecho, hemos tenido incluso a un director de EURADA, español, durante 7 años y eso ha sido una representación del «lobby» en el mejor de los sentidos porque «lobby» hay que utilizarlo siempre en positivo y que, en las agencias españolas hemos hecho, en el seno de las instituciones, a nivel regional europeo.

Centrándonos en las PYMES. ¿Qué mecanismos concretos tenéis para que las PYMES puedan acceder a vosotros?

Los mecanismos no son de la asociación porque esta es un paraguas que le da cobertura a 19 grandes agencias, digamos 20. Somos 17 comunidades autónomas y cada una de ellas cuenta con su Agencia de Desarrollo. Luego están las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y la número 20 es porque la Comunidad de Madrid, por su propia coyuntura de capital y comunidad autónoma tiene, además de a la Dirección General de Economía, a Madrid Network.

De esta forma, la gestión de servicios y de programas a las pymes están en cada una de las agencias que después la asociación les da el paraguas para mantener interlocución, dinamismo, comunicación, etcétera. Pero los servicios de los programas están en cada una de las agencias. Por ejemplo, desde IVACE tenemos todo lo que son las convocatorias anuales de esos programas hacia la I+D+i, hacia la parte de sostenibilidad y energía, la parte de internacionalización y, además de esos programas, tenemos una serie de servicios que prestamos en información industrial, patentes y marcas, en internacionalización, en programas europeos, servicios para que las empresas encuentren socios, para participar en proyectos de la Unión Europea, para encontrar financiación europea a sus propuestas, etcétera.

Has mencionado la información en Propiedad Industrial. ¿Cómo gestionáis esos servicios y cómo atendéis a las empresas en esta cuestión?

La mayor parte de las Agencias de Desarrollo Regional somos, a su vez, centros regionales de información industrial, patentes y marcas. Cuando digo centros regionales es porque, en la materia de propiedad industrial, la legislación es europea y es nacional por la transposición de la normativa internacional europea a nivel nacional pero luego los territorios tienen competencia en la gestión y en la ejecución y eso son las oficinas regionales que se coordinan con la Oficina Española de Patentes y Marcas, que se coordinan con la Red Europea de Propiedad Industrial y que, por tanto, mantienen una trazabilidad permanente en lo que es el servicio. Cuando en un territorio, en una ciudad, a través de una Agencia de Desarrollo Regional, se está prestando un servicio en propiedad industrial, es un servicio homologado, estándar, que está perfectamente coordinado por la Oficina Española de Patentes o la Oficina Europea y entonces son servicios transversales que tú en tu territorio puedes gestionar pero que tienen una trayectoria y un alcance nacional e internacional.

A su vez, desde el año 2007, se puso en marcha, por parte de la Comisión Europea, la red de centros de empresa europea, la Enterprise Europe Network. Es muy interesante porque ha venido a ser la única ventanilla para la PYME en Europa ya que había una gran dispersión con las euro ventanillas, los centros de enlace, de innovación, etcétera y la Comisión Europea decidió que había que unificar en una única ventanilla, se hablara de internacionalización, innovación, patentes y marcas, en financiación a la I+D…tenía que existir un único espacio de interlocución con muchos actores detrás y cada actor sería especialista en algo sin que la PYME percibiera cuántos actores podía haber detrás, sino recibir un mensaje unívoco y uniforme allá donde se encuentre, sea en Elche, en La Coruña, Helsinki o Copenhague, algo que ya desde el inicio, consigue la EEN y, la parte de propiedad industrial de patentes y marcas, se homogeneiza también a través de estos servicios porque comienzan a ser una de las patas de la red de la que estamos hablando por lo que, la parte de propiedad industrial también se configura ya de una forma conjunta a nivel de todas las regiones europeas y por tanto, se estandariza un servicio mucho más homogéneo.

¿Qué mensaje lanzarías a emprendedores y pymes para que acudieran a vosotros?

Necesariamente una PYME o un emprendedor debe aprovechar los recursos que tiene delante porque allí están para, muchas veces, marcar el elemento diferencial, de escalar o no, de salir al mercado o no, etcétera. Entonces, las Agencias de Desarrollo, llámese la Agencia IDEA en Andalucía, llámese SPRI en el País Vasco, Acció en Cataluña, ICE Castilla y León, el Instituto Aragonés de Fomento y podría citar así todas las comunidades autónomas, porque todas tienen ese organismo que gestiona fondos regionales, fondos nacionales y fondos europeos para la PYME. Y no solo fondos, sino que prestan servicios y facilitan servicios también europeos a través de sus ventanillas, servicios que son gratuitos en la mayor parte de las ocasiones porque están financiados por fondos nacionales o europeos que además, le van a permitir diferenciarse a esa PYME, abarcar proyectos de mayor envergadura y que además saben que su interlocutor, que es la Agencia Regional de Desarrollo, convive con órganos nacionales que están también con competencias en la materia. Por ejemplo, nosotros nos coordinamos con CDTI  a través de convenios regionales, en todo lo que es la política de I+D+i y nos coordinamos también con Enisa, Empresa Nacional de Innovación, con el ICEX en internacionalización porque participamos en su mesa interterritorial de exterior y así podría repetir distintas parcelas y distintos campos. Entonces claro que hay que decirle al emprendedor y a la PYME que utilice los recursos que hay los utilice porque  es aumentar su ventaja.

Finalmente, echando la vista atrás desde que surgió el Foro de Agencias de Desarrollo Regional, ¿ qué es lo que os queda por hacer?

Siempre queda muchísimo por hacer porque estamos en permanente cambio. O sea, que la autosatisfacción aquí no cabe, porque cuando estás celebrando algo ya te está viniendo una revuelta en un sentido u otro. Por ejemplo, estamos en estos momentos con unos problemas de coyuntura geopolítica, geoestratégica internacional, que están afectando a nuestras empresas, a nuestra industria, a nuestros sectores. Estamos con un cambio climático que afecta también, de forma directa o indirecta, con parámetros de digitalización, de sostenibilidad…Todo son dinámicas que tenemos que abarcar desde las agencias de desarrollo, porque al final tenemos que crear servicios y programas que sirvan para avanzar en las coyunturas que se nos van planteando, por lo que queda por hacer tanto cuanto exista el tiempo por delante.

Felipe Romera: «Las pymes innovadoras deben entender los tiempos de crisis como oportunidades para crecer»

Felipe Romera lo tiene todo. Este caballero, soriano de nacimiento y andaluz de corazón, está inmerso en un año lleno de reconocimientos por la labor que desempeña desde hace más de tres décadas en su tierra de adopción, Málaga.

Tras recibir la Medalla de Oro de Ametic, ser nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Málaga, impulsar la creación de la Fundación Instituto Ricardo Valle de Innovación y recibir el Premio «Personaje Único» de Innovadores, otorgado por el diario El Mundo de Castilla y León, nuestra entidad entrevista al hombre que dirige, desde 1990, el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) en Málaga y que, desde 1998, preside la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE).

Este año estás sembrado. ¿Qué pasa con Felipe Romera?

Mira, no me lo podía imaginar. Y todo ha pasado desde el mes de marzo, un tiempo mágico. Primero con una sensación de agradecimiento a Ametic, la patronal de las empresas digitales, con quienes tengo relación porque formo parte de su comité directivo en representación de los parques españoles y porque estoy en el grupo en el que escribimos artículos. Lo que no pude imaginar es que tuvieran la deferencia de darme esa medalla. Al principio no lo entendía porque me preguntaba…con la cantidad de gente que hay en España en el mundo de la empresa… no me lo creía pero me hizo mucha ilusión.

Luego llegó el Honoris Causa, que imagina lo que ha significado para mí, el “summum” porque he pasado toda mi vida, de forma indirecta, ligado a la universidad. Así que este reconocimiento, por parte de toda la comunidad universitaria, primero por parte de mis compañeros de Telecomunicaciones y luego por toda la escuela en pleno, por la Junta de Gobierno y el claustro, te pone en las nubes, en un nivel de agradecimiento infinito. Y, en el fondo, lo que pasa es que cristalizan cosas. Yo nunca pensé que pudiera estar ahí porque yo lo que hago es trabajar sin parar e intentar desarrollar modelos que, aunque la mayoría de las veces salen mal, las que salen bien, lucen el doble. Pero bueno, un agradecimiento total a todo el mundo en unos meses que, ni en las mejores circunstancias de mi vida, pude pensar que se dieran así y estoy muy feliz.

¿Cuál es el atractivo de Málaga para que, personalmente, apostaras por ella hace más de treinta años?

Te puedo contar los orígenes, que son muy sencillos porque soy soriano de la diáspora y los sorianos sabemos que, llegado el momento, tenemos que irnos de nuestra tierra. La razón es que, aunque en el entorno de Soria se favorece mucho la formación y la educación, no tenemos lugar, así que también sabemos que nos tenemos que ir, como ocurrió en mi caso, cuando me fui a Madrid donde me contrató Ericsson, empresa que me envió a vivir a Suecia casi desde el primer momento.

En Suecia veía a las cajeras del supermercado que iban a Málaga en invierno y volvían con un aspecto tan bueno que pensaba que Málaga debía ser el paraíso. En esas, me llamaron de Secoinsa que, en ese momento, era la empresa nacional de informática. Me pidieron lanzar un proyecto que parecía imposible y que se ubicaba en Málaga. El destino.

La empresa Fujitsu compró a Secoinsa, así que tuve la oportunidad de viajar mucho a Japón y a otros países. Conocí el ambiente de Silicon Valley y me planteé que quería encontrar un sitio donde desarrollar mi vida y vivir bien. Estuve dudando muchísimo, pensando si me iba con mi familia allí o a Málaga y decidí apostar por una tierra gracias a la que me siento 100% malagueño, tanto como soriano. Una cosa llevó a la otra porque, de hecho, crear el parque, de alguna forma, fue una excusa para quedarme en Málaga. Yo era el jefe de nuestro grupo de I+D en Ericsson, grupo que tuvimos que cerrar y pensé que debía hacer algo para que todo el equipo se quedara en Málaga, ya que muchos vinimos de fuera para desarrollarlo. Crear el parque nos ofreció esa oportunidad y, a partir de ahí, discurrió todo. Y a esto hay que añadir que la apuesta personal en esa época era más difícil que ahora, que puedes elegir dónde vivir y trabajar.

Siempre vi claro que teníamos que hacer el parque por estar en Málaga, un lugar magnífico donde se podía atraer mucho talento al mismo tiempo que se ofrecía una forma de vida. De hecho, recuerdo que estaba convencido de que iba a venir gente de toda Europa y pensaba que el parque se iba a llenar en dos años. Y es verdad que ya, en la Costa del Sol, había mucha gente viviendo, gente muy valiosa que se había jubilado, responsables de grandes empresas, por ejemplo, así que pensé que lo que quería conseguir estaba tirado. Tanto es así que conseguí que Tom Burns escribiera en el Financial Times un artículo sobre la ruta desde Málaga para venir aquí a instalarse.

El problema es que no pasó nada de lo que yo pretendía porque, además de las condiciones de vida de la época, era importante tener un ecosistema y no lo teníamos, a pesar de sí contar con un cierto entorno de la ola de innovación que se desarrollaba en aquel momento, la de la electrónica. Teníamos Alcatel, Fujitsu o Siemens pero, en ese escenario, no era tan fácil atraer a otras empresas a que vinieran. Y así, en esta situación, empezó el parque, con mucho fracaso porque, en España, entre el año 92 y el 99, el sector de la electrónica o de las tecnologías de la información comenzó a reducirse a la mitad y, a lo máximo que yo podía aspirar, era a traer fábricas de electrónica a un parque tremendo, de 180 tareas. A pesar de todo ello, sí que había un cierto espíritu emprendedor que cuajó al cabo de los años, con una incubadora grande como era BIC Euronova.

¿Cómo pudisteis despertar el interés por el parque?

Al principio, la propia sociedad malagueña y la española en general, esperaba que los parques fueran «Silicon Valleys». Los parques surgieron en España a partir del 80, cuando se crearon las comunidades autónomas después de la Constitución. En todas ellas se pensó que, en innovación, hueco que no lo ocupaba nadie, iban a ser los parques los lugares adecuados para desarrollarla.

Se creó el parque de Zamudio, en el País Vasco y, a partir de ahí, hubo una simpatía en el resto de las comunidades por querer su propio parque tecnológico. Además, diríase que cuanto menos desarrollada era la comunidad autónoma, se hacían parques más grandes. De hecho, el nuestro es de los más grandes de España cuando aquí, el nivel de desarrollo económico tecnológico era muy bajo y repito, teniendo en cuenta que ya nos movíamos en un cierto entorno empresarial. Después surgieron el Parc Tecnològic del Vallés, en Barcelona, como un lugar para desarrollar la industria electrónica hasta el punto que consiguieron que Hewlett Packard, que en principio iba a ir a Madrid, se decantara por la capital catalana. Y luego surgió el de Tres Cantos, en Madrid, en la misma época en la que empezó a crearse una Universidad Politécnica en Málaga.

Retomando algo de lo que comentas ¿no es una contradicción que, en las comunidades autónomas que tenían menos desarrollo, se presentaran los parques tecnológicos más grandes y potentes?

Es totalmente contradictorio, pero yo diría que las comunidades más atrasadas, desde el punto de vista tecnológico y económico, pretendían entonces y con más ímpetu, que el parque fuera su elemento de desarrollo. Es decir, pensaban que lo mejor era hacer algo grande para atraer proyectos y empresas. De hecho, ocurre con los parques de Ourense o de Valencia, también grandes y ejemplo de esa contradicción de la que hablamos porque, en el fondo, los parques más pequeños son el de Madrid y el de Barcelona. Zamudio ya se creó también con una cierta dimensión pero pienso que fue debido a la creencia de muchos elementos políticos entonces, que consideraban que podía ser un espacio de desarrollo, de transformación y de atracción de inversiones extranjeras. Esta era la idea pero la frustración vino en todos los parques y el de Málaga no fue una excepción porque vimos que las empresas extranjeras no terminaban de venir, así que rápidamente, y con ese elemento de crisis añadido, las comunidades autónomas empezaron a pensar que, a lo mejor, se habían equivocado en este modelo de parque porque se hicieron unas grandes inversiones para un mercado que no respondía a las expectativas creadas. Fue un recorrido del desierto de todos los parques españoles, donde existía esa sensación, unida a que se empezaron a perder apoyos políticos.

Pero, en los años 1999 y 2000, llega internet a los parques a España, donde esta tecnología era, básicamente, un módem conectado a la línea telefónica con la que se conseguían velocidades de 4800 bits por segundo o, como mucho, de 9600 bits por segundo. En la receta de cómo había que hacer un parque, fruto de las experiencias de EE. UU. o del Reino Unido, decía que había que llenarlos de fibra óptica y así estaban pero no servía de nada cuando las empresas querían teléfono y no lo había. Sin embargo, desde 1999, salimos beneficiados porque fuera de los parques no se podía usar internet de alta velocidad y, en ellos, gracias a la fibra óptica, podíamos dar una velocidad de internet tremenda, lo que nos ayudó a que los parques se llenaran de empresas hasta el 2007, año en que llegó la debacle, perdiendo con la crisis más de 3.000 trabajadores hasta el 2015.  Con todo, ganamos 5.000 empleos en ese mismo tiempo porque empezó a desarrollarse otra ola de innovación muy local, la de la productividad orientada a la innovación, en la que no solo sufrieron las empresas pequeñas sino también las grandes, que vieron que la única posibilidad de subsistir era desarrollando procesos de innovación internos, mejorando su gestión.

Y empezaron a llegar multinacionales que vieron que, por fin, teníamos un ecosistema donde había más de 10.000 personas desarrollando software y mucha gente trabajando en una cierta tecnología. Casos como Oracle o Huawei me demostraron mi error inicial, cuando pensaba que el sol y la playa eran suficientes para atraer empresas. Las multinacionales compraron startups locales de alto valor tecnológico que no podían crecer por falta de financiación y, a partir del 2016 y coincidiendo con la cuarta revolución industrial de las tecnologías digitales, el parque empezó a consolidarse como un lugar de referencia para startups europeas que vieron una oportunidad para venir gracias a la proximidad de las grandes empresas que se interesaban por nosotros. Empezaron la inteligencia artificial y el Big Data transformando incluso las empresas que teníamos aquí y se empezó a cerrar un círculo en el que ya participaba la universidad, que amplificó toda la visión del parque porque ese es el entorno real donde esas empresas de fuera podían y querían recabar profesionales que les ayudaban a desarrollarse y a crecer. Se creó El Rayo Verde, ampliando así las relaciones con el conocimiento y arrancando con impulso y éxito, generando empleo, como ocurrió el año pasado, cuando crecimos en 2.000 personas en neto, casi un 10%, en un momento de dificultad extrema por la pandemia.

Al contrario de lo que pueda parecer, la crisis producida por la pandemia nos ayudó mucho porque adelantó el uso de tecnología digital al menos 5 años. Nos cogió a todos en una situación para la que nadie estaba preparado, aunque hubiera empresas donde se había instaurado el teletrabajo. Fue tan brutal mandar a toda la gente a casa, que tuvimos que asimilar esta transformación tan potente que debíamos realizar para que las compañías siguieran operando, ya que el parque se quedó vacío de un día para otro.

Y siendo un proceso muy forzado de adaptación porque no todas las empresas estarían preparadas para irse a casa

En mi opinión no estaba adaptada ninguna. Pasar de una empresa presencial a una empresa cien por cien en teletrabajo, ninguna. Vi los esfuerzos de las empresas por comprar ordenadores, por llevarlos a la gente, cambiar todos los métodos, etcétera y de la necesidad se hizo virtud porque no había más remedio que hacerlo. Y además, ese modelo resultó ser de mucha mayor productividad que el de las empresas en presencial. La productividad venía porque uno, como estaba en casa, estaba aburrido y se pasaba el día trabajando y eso hizo que las empresas reflexionaran y dijeran eso de «esto es lo que me interesa a mí”.

En este tiempo tan crucial, logré convocar a las empresas para hacer un club. Fue muy fácil porque todos los ejecutivos estaban en sus casas y todo lo que es imposible hacer de forma presencial, se consiguió de manera virtual, creando un club de empresarios donde seleccionamos las 50 empresas de las 600 más relevantes, las más tecnológicas. Su unión fue algo inédito porque las empresas compiten unas con otras en el mismo mercado pero, en estas, decidieron cooperar ante ese cambio de situación tan radical.

Me explico. Las tecnologías van a tal velocidad que incluso las más grandes son incapaces, por sí mismas, de acaparar todos los mercados y necesitan cooperar para ampliarlos. Y todo esto que te cuento ocurrió en un contexto de entusiasmo en medio del anuncio de los Fondos de Recuperación, entusiasmo que llegó a las empresas, que empezaron a proponer proyectos de cooperación entre ellas con la Universidad y no al revés, como había sucedido hasta el momento. A mí se me abrieron los ojos, viendo un elemento de gran valor y nos preguntamos cómo podíamos aunar todo eso sin un instrumento para desarrollar estos proyectos trabajando con la universidad. Y así empezó el germen del Instituto Ricardo Valle de Innovación, reuniendo a todas las grandes empresas del parque y sin competir entre ellas sino uniendo fuerzas.

¿Qué pretendéis con la creación del INNOVA IRV?

Puedo atreverme a decir que este Instituto nos va a cambiar el sistema innovador del país porque claro, el problema es que mientras en ciencia no estamos mal, en innovación estamos para salir corriendo. Nos falta la capacidad de cambiar el sistema productivo del que tanto habla la gente, un sistema basado en la innovación, en la capacidad de desarrollar nuevos productos y servicios sobre el conocimiento pero por parte de las empresas que son las que conducen a incrementar el PIB, por decirlo así. La Universidad gasta y eso está bien, fantástico, cuanto más mejor. De hecho, en el discurso de investidura como Doctor Honoris Causa, empecé hablando de la ciencia básica. La mecánica cuántica de la que hablé fue un aprecio al sistema científico, que en su día tenía a 25 locos en todo el mundo que crearon una nueva teoría alrededor de la materia y consiguieron transformar el mundo. Es decir, esta idea de que la ciencia no sirve es equivocada, todo lo contrario, pero en estos momentos es la innovación la que tiene que ser el tractor, utilizando todas las tecnologías digitales que tenemos a nuestra disposición.

Vuelvo a otro atrevimiento. Pienso…si esto lo estamos haciendo en Málaga, creando un modelo de cooperación empresarial para desarrollar proyectos privados en todo el país, este país cambia. Ya lo dije en Barcelona, delante de todas las empresas, los políticos catalanes, la Secretaria de Estado Teresa Riesgo…es decir, tenemos que buscar lo que llama Mariana Mazzucato,  «visiones de país». Cuando los americanos montaron una misión, como fue llevar al hombre a la luna, toda la ciencia y la tecnología se alineó con un propósito y eso es lo que hay que hacer en España, por eso digo que este es mi atrevimiento. Pero Málaga sola no sirve, es decir, el Instituto va a ser nuestro vector de desarrollo del parque en los próximos años porque, además de tener un ecosistema con personas, existe ese ecosistema de empresas que cooperan y está abierto a cualquiera y esto es un eje, no solo malagueño, sino de un sistema de innovación como es el español que quiero impulsar. He pasado toda la vida animando pero si no tengo el consuelo y el respaldo de los que lo tienen que hacer, predico en el desierto.

Está claro que apostaste por la unión entre la Universidad y el sector productivo que, todavía a día de hoy, no se da en todas las comunidades autónomas

Si, efectivamente, si te das cuenta es toda una vida en ese empeño. Llegué aquí y vi que no contaba con una Stanford ni nada parecido. La Universidad de Málaga todavía, casi, no ha dado egresados en temas de ciencia y temas tecnológicos y ya entonces me preguntaba cómo me iba a apañar sin una universidad consolidada. En estos 30 años me he empeñado, con muchos vaivenes, en que la Universidad haya sido parte importante de esto y así he conseguido que, al menos los dos últimos rectores, se lo hayan creído, además de hacer ver que el parque siempre ha sido una gran oportunidad para nuestro mundo académico.

Si recuerdas el discurso del rector cuando me dieron el Honoris Causa, fue más más efusivo que el mío en este aspecto. La comunidad universitaria todavía no es permeable en su totalidad a estos procesos porque es muy fácil que tengas dinero para hacer lo que quieres pero a lo mejor no se puede porque lo que tú haces se contrapone a la necesidad del sistema productivo. Es decir, que en vez de ser tú el motor, con la idea esta de transferencia, de que yo hago la ciencia y ahora lo paso a una empresa para que haga los productos, se trata realmente de una interacción. De hecho, hay muchas compañías que van por delante de la Universidad y no tienes más que ver que las empresas de datos de Estados Unidos (Google Facebook, Amazon), que invierten más en I+D que casi media Europa y por lo tanto, cuanto inviertes en conocimiento superas al conocimiento universitario, al menos en muchos temas. La interacción entre el mundo académico y el empresarial es el detonante para que se establezca una relación de igualdad.

En estos momentos estamos llegando a un equilibrio y así es más fácil utilizar el conocimiento, venga de donde venga, para desarrollar la economía. Y en esa integración pues claro que se gana. De hecho, la propia Mazzucato viene a decir que el desarrollo tecnológico del mundo ha estado impulsado por la Universidad pero no solo con ella, de tal forma que esa idea de transferencia clásica se tiene que convertir en una idea de cooperación mutua, donde todos los agentes implicados aporten valor para el desarrollo de nuevos productos y servicios que hagan crecer la economía para tener un país mejor, con más riqueza y más sabio.

¿Y a qué nivel deben estar involucrados los políticos y las instituciones?

Empiezo diciéndote, con sinceridad, que están poco involucrados. En la innovación casi nada. En la ciencia, un poco más. Me pregunto cómo va a hacer el Gobierno una Ley de la Ciencia y la Innovación cuando esta no se ve. ¿Dónde están los agentes de la demanda?. Los agentes demandan, los parques, que son muy potentes en este país, los parques tecnológicos, los centros tecnológicos, las incubadoras de empresas, los clústeres tecnológicos, las plataformas tecnológicas, Ametic como punta de lanza de la patronal, ¿ cómo no podemos estar metidos en la ley?. No me pongo a ver los requerimientos legales o las barreras que tienen pero si tú quieres hacer realmente una ley de este tipo, tendrás que aunar, porque si no, harás una ley solo de ciencia. Tenemos un gran déficit que hay que cubrir con una política, evidentemente. Pero si no hay apoyo por parte de nuestros políticos, otra opción es apostar por un modelo como el del Instituto Ricardo Valle, donde los tractores son las empresas.

Con todo, las políticas públicas en este tema son muy relevantes en el mundo porque se ha visto que, cuando se ha intentado potenciar la innovación del sector público, la innovación ha crecido de una forma importante. No tenemos más que ver a Estados Unidos, a China, como referentes de cómo están creciendo realmente en el tema de innovación…a Corea o a Finlandia en sus tiempos… Tenemos mucho que  andar y la palabra «innovación», para los agentes públicos, tiene que ser algo más que un nombre que suena bien. Desde mi punto de vista, el sistema de innovación es esa mezcla, como te he dicho, el intercambio entre el sistema público-privado y los agentes intermedios de la demanda, y eso es por lo que yo estoy luchando hace muchos años con los ministerios.

Es el momento de transformar el país, meterse en el ADN del sistema de ciencia e innovación y eso es un esfuerzo que a lo mejor, claro, es difícil. Con esta ley de la Ciencia vamos a ser capaces mejorar en el ranking de la I+D privada gracias a las empresas, que deben cooperar y sentirse dentro del ecosistema. Y no podemos quedarnos quietos, que es lo más cómodo. Digo yo que tendremos que decidirnos y arriesgarnos.

Cambiando un poco de tercio ahora, habéis firmado un acuerdo con Enisa que supone otro hito para el parque malagueño

Así es. APTENISA es un proyecto que intenta ir en la misma dirección, poner orden, establecer una estrategia común, un hito de valor para crear 32 startups y, por otro lado, tenemos el objetivo de crear una red de Business Angels de los parques que trabajan en cooperación. Así dicho supone un proceso de transformación muy importante en los desarrollos de startups en los parques que, de alguna forma, procede del parque de La Salle, en Barcelona y del Parque Científico de Madrid, para expandir algunas de sus prácticas al resto de los parques.

El gran reto que tenemos es hacer pymes innovadoras o pymes con capacidades para poder desarrollarse mejor porque el gran riesgo que tiene la PYME española es que, como empiecen a interactuar con las tecnologías digitales, las van a arrasar porque, en estos momentos, el vector más preocupante es la tecnología. La información va a la nube, su acceso y su distribución, con una red de internet donde hay vulnerabilidad en muchas ocasiones, que buscan tus datos y los usan sin más….en el contexto de las pymes, en este proceso cada vez más digital, pocas están protegidas a ese nivel y no se pueden permitir invertir en sistemas que les protejan de ataques, no como las empresas grandes. No digitalizan, como mucho tienen una página web. Y lo que está haciendo realmente la digitalización es poner accesibles los mercados a otra gente y, aunque tú tengas un mercado local, aunque veas en proximidad, te pueden atacar tus productos y servicios. Para ellos es un mundo desconocido y a las pequeñas y medianas empresas les da pavor tener estos riesgos. Las ayudas a la digitalización no son suficientes para el momento de riesgo que estamos viviendo y eso que las pymes desempeñan parte importantísima del empleo de nuestro país.

Las pymes tienen que ver que también estamos ante nuevas oportunidades para crecer en un ambiente de crisis porque la digitalización no va a parar, es un vector de desarrollo que implica nuevos empleos donde se va y es una ventana que, en el Instituto Ricardo Valle, queremos dejar abierta porque, una vez que tenemos los proyectos, se crean nuevas instalaciones y difundimos hacia la PYME lo que hemos hecho. Pequeñas y medianas empresas hay muchas, nadie las encuentra pero resulta que son motor del nuevo modelo económico.

Hace años hicimos un estudio sobre las empresas innovadoras de los parques, con profesorado de la Universidad Carlos III de Madrid. Y surgió algo muy curioso, que una empresa del mismo tamaño y tipo que estaba en un parque, facturaba un 40% más que la que estaba fuera. Estaba claro que la publicidad que lanzamos era que estar en un parque era beneficioso para una empresa, o sea, que aquellas que viven en entornos innovadores se desarrollan mejor y esto es lo mismo que ocurre con las personas y con las pymes, en este caso.

Parece que en tus reflexiones, tienes alguna espinita clavada, después de tantos años de trabajo que llevas en el Málaga Tech Park

Muchas te digo porque, de verdad, la mayoría de las cosas me salen mal y esas espinitas son parte del camino, que nunca es de rosas. Centro mi vida en hacer cosas sin parar y en asumir riesgos porque es mejor errar que no hacer nada y si tienes una derrota, hay que abrir un camino nuevo. Del éxito, se aprende poco.

Cristina Amate: «El emprendedor que acude a la Agencia IDEA se lleva a casa el problema resuelto»

Adscrita a la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad del Gobierno de Andalucía, la Agencia de Innovación y Desarrollo del Gobierno de Andalucía (Agencia IDEA) cuenta, en cada una de las provincias de la comunidad autónoma, con personal especializado en materia de propiedad industrial gracias a un convenio de colaboración firmado en el año 2002 con la Oficina Española de Patentes y Marcas O.A.

La Agencia IDEA es, además, un referente por sus años de conocimiento del tejido productivo y presta una atención «personalizada, cercana e integral» a los emprendedores. Hoy hablamos con Cristina Amate, coordinadora del Centro de Información Tecnológica y de la Propiedad Industrial de esta entidad quien nos va a desvelar, entre otras cosas, en qué se basa su éxito, explicándonos que su equipo se centra en asesorar a emprendedores y a las PYMES sobre la mejor estrategia de protección de la innovación «porque somos un organismo que la fomenta».

¿En qué estado se encuentra esa innovación actualmente?

Bueno, Andalucía invierte en innovación, pero es verdad que España y Europa no están en un nivel óptimo en esta materia y, al final, eso se refleja muchísimo en el tema de la protección. Por ejemplo, este año nosotros hemos notado una bajada de solicitudes de patentes y, sin embargo, ha habido un aumento de solicitudes de marcas, de actividad marcaria.

Todavía existe un poco esa idea de que patentar es caro económicamente o que es costoso en el tiempo. ¿Es posible que estos sean algunas de las razones que expliquen esa bajada?

Mira, yo creo que es una idea falsa, al menos en parte. Es verdad que patentar, llevar a cabo un proceso de patente y sobre todo, comercializarla, es un proceso difícil y nosotros se lo decimos a las empresas que vienen a nuestro servicio, pero la oficina da todas las facilidades para que le cueste económicamente rentable, barato. De hecho, se ha reducido en un 50% el precio de las tasas de patentes y, en el caso de un modelo de utilidad, cuesta 100 euros. O sea, que no es caro aunque sí que es cierto que redactar un documento de patente o de modelo de utilidad es un proceso complicado porque son documentos complejos, pero es como el que se compra una casa, que es una propiedad muy importante a la que hay que dedicarle un tiempo para que sea efectiva y tenga valor.

Llevas más de 20 años trabajando en la Agencia Idea… si, llevo 20 años exactos, que cumplimos en septiembre. Tenemos ya un conocimiento importante porque nos hemos encargado de formarnos, ayudados siempre por la OEPM, de tal forma que estamos ya seguros de que la información que damos es una información de calidad. Además, nosotros siempre le decimos a los usuarios, a las PYMES, que pueden perder el tiempo pero no el dinero. Todos nuestros servicios son gratuitos, y los hemos ido ampliando a medida que nuestra formación y nuestro conocimiento ha ido siendo mayor.

Al principio, éramos una oficina de entregar formulario, poner el sello de registro y enviarlo a Madrid. Y, con los años, siempre de la mano de la Oficina Española de Patentes y Marcas, hemos incorporado toda su digitalización. Ahora todo nuestro asesoramiento es online, tenemos distintos tipos de usuarios, desde el que no sabe nada al que sabe mucho y, si bien no redactamos los documentos de patente, solicitamos las marcas, les ayudamos a la contestación de oposiciones, etcétera, así que hemos ido ampliando servicio a medida que nosotros hemos ido adquiriendo conocimiento y formándonos en esta materia. Hemos ido a los mejores institutos y agencias de la propiedad industrial. Cuando tenemos un desconocimiento en internacionalización, por ejemplo, contamos con un departamento de formación que ayuda para poder asesorar en este tema. Y el servicio que tenemos, que es el que le da más valor añadido, no es solo el de la protección, sino el que hace búsqueda de información tecnológica. Hacemos informes de patentabilidad. En España somos el único centro regional que lo hace y para ello tenemos personal contratado especialista en búsqueda de documentación tecnológica y no solo utilizamos las bases de datos públicas, de Espacenet o de Invenes sino que tenemos una licencia de una base de datos comercial de las mejores que hay en el mercado para que nuestros informes sean de cierta calidad y que ayuden a que, quien vaya a presentar un documento de patente, lo haga con seguridad sobre aspectos de lo que pretende proteger.

¿Andalucía es una comunidad autónoma en la que hay más conciencia o más frecuencia a la hora de patentar? ¿Se le da más importancia y por eso vuestra oficina funciona tan bien?

Yo creo que somos un equipo que nos hemos mantenido en el tiempo, somos conocidos y trabajamos en una agencia de innovación que da incentivos. Por lo tanto, el conocimiento del tejido productivo es impresionante. Es la cercanía a la empresa. Tenemos 8 provincias y hay técnicos especialistas en propiedad industrial en todas las provincias, por lo tanto, cuando una empresa viene a solicitar, a presentar un proyecto empresarial, siempre está con el técnico que conoce nuestro servicio y entonces se lo ofrecemos a la empresa. Preguntamos a la empresa si tiene la marca registrada, si van a sacar un producto nuevo…les informamos que tenemos un servicio en el despacho de al lado que les puede asesorar… todo eso es el boca a boca que funciona. Nosotros tenemos un correo electrónico que es propiedadindustrial@agenciaidea.es al que nos llegan multitud de correos  electrónicos de información que no sabemos ni cómo llegan, no sabemos si es que en Google buscan “patentes y marcas en Andalucía” y salimos nosotros porque ya sabes que el posicionamiento también se da en función de las veces que se utiliza.

Acabo de cerrar la memoria de usuarios y de actuaciones y hemos tenido 7.000 actos relacionados con propiedad industrial, que es muchísimo, pero también es verdad que nos metemos en todo. Somos centro PATLIB y estamos en el Comité Ejecutivo de los centros regionales, que es otra red de propiedad industrial y, en ese comité, solo hay 7 centros de un total de 330. En una de las convocatorias de formadores de expertos que se han hecho para poder ir a otros centros de información de patentes, nos hemos presentado y nos han elegido…como ves, somos muy activos, somos muy creyentes de esta materia, de la importancia de esta materia y luego de nuestro trabajo, por supuesto.

¿Qué es lo que os falta por hacer?

A nosotros como servicio de propiedad industrial nos falta por hacer…a lo mejor no es políticamente correcto, pero lo importante en mi agencia son los incentivos. Nosotros prestamos servicios y siempre decimos que somos como la hermana pobre, pero que no creamos ningún problema. Con todos nuestros servicios, la empresa o el emprendedor que viene a nuestra oficina, se lleva el problema resuelto. Y cuando le mandamos nuestro cuestionario de satisfacción, todo son loas de lo bien que lo hacemos pero es porque resolvemos pequeños problemas. A lo mejor recibir un incentivo de fondo europeo que tienen que justificar….lo nuestro no, lo nuestro es cercano, somos visibles, es como la administración al revés, nos mandan un correo electrónico y nosotros llamamos por teléfono al usuario, como cuando el médico de cabecera llama al paciente, como ocurre ahora. Nosotros somos muy de perseguir al cliente y que no se nos vaya porque también defendemos nuestro trabajo, ya que tenemos claro que cuanto mejor funcionemos, más tiempo estaremos.

Porcinnova confirma el liderazgo del sector porcino español como prescriptor de tecnologías

Si se detecta una necesidad en un sector empresarial, hay que cubrirla. Eso está muy claro. Y eso es lo que ocurrió cuando nació Porcinnova, en 2018. Esta Incubadora de Alta Tecnología (IAT), especializada en el sector porcino, surgió por una iniciativa de la Fundación Parque Científico Tecnológico Aula Dei y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), con el apoyo del Gobierno de Aragón. Promovida por el Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (INCYDE), se encarga de apoyar a las pequeñas y medianas empresas del sector y de acelerar nuevos proyectos.

Co-financiada por el Fondo de Desarrollo Regional, dentro del Programa Operativo Plurirregional de España FEDER 2014-2020 PO: “Una manera de hace Europa”, Porcinnova tiene unos elementos diferenciadores que la hacen única. Ubicada en la localizad zaragozana de Ejea de los Caballeros, en su creación se planteó que, siendo el «macro» sector agroalimentario uno de los más estratégicos en Aragón, se pudiera acotar al porcino, que es el que más crecimiento experimentaba de forma constante y el que, al mismo tiempo, más necesidades de innovación precisaba.

Miguel Ángel Comín, coordinador de Porcinnova

Su coordinador, Miguel Ángel Comín, nos pone en situación. Y es que el sector está de suerte. Desde el lado de las startups, España tiene un nivel de generación de empresas y de innovación «comparable en cualquier sector» a lo que está ocurriendo en Europa. Tanto es así, que según los indicadores de inversión de este tipo de empresas, están creciendo en nuestro país a un ritmo «por el que se recupera el retraso que llevábamos en los últimos años». Desde el lado de los demandantes de tecnología del sector, somos el principal productor, ganadero y cárnico, a nivel europeo, el «líder perfecto, con una posición dominante, en cuanto a mercado y como prescriptor de tecnologías» porque, si bien hasta ahora, se estaba nutriendo mucho de tecnología que surgía en países como Dinamarca, Holanda o Alemania, ahora empieza a haber tecnologías desarrolladas a nivel nacional porque el sector porcino español se ha dado cuenta de que, para mantener su posición de liderazgo, «tiene que ser también líder en innovación y ha tomado la iniciativa buscando esas soluciones innovadoras», sobre todo en las relacionadas con el tema medioambiental, el de digitalización o el de automatización industrial.

Si bien el sector ya disponía de sus herramientas para llegar a centros tecnológicos como el CITA o para que las grandes empresas pudieran acceder a proyectos colaborativos financiados por la Unión Europea o por la Administración central española, Miguel Ángel nos cuenta que se detectó que no se llegaba al ecosistema de emprendedores y startups, «mucho más atomizado», y donde no había recursos para explorar «de una manera ordenada y estructurada qué tipo de innovación está surgiendo a día de hoy». Ese «vacío» llevó a que Porcinnova funcionara, desde el momento de su origen, para conectar al sector porcino con dicho ecosistema emprendedor e innovador.

Instalaciones de Porcinnova en Ejea de los Caballeros (Zaragoza)

En el transcurso de los 3 años que lleva en funcionamiento, esta Incubadora de Alta Tecnología, está cubriendo sus expectativas. Conscientes de que están siendo capaces de atraer al sector un conocimiento muy valioso, gracias a empresas que están descubriendo soluciones innovadoras que no estaban conociendo por otras vías y, desde el lado de las startups, reciben un «feedback» por el que les comentan que, en el poco tiempo que dura el programa, están consiguiendo acceder a un mercado muy grande. Empresas emergentes que estaban trabajando en otros sectores, como le ha ocurrido a Avir, por ejemplo, dedicada al sector avícola y que, viendo el potencial que tiene el porcino, están «sorprendidos» de ver que «se puede acceder a los actores principales tan solo cuestión de semanas».

Sin duda, el factor diferencial de Porcinnova es la especialización, ya que otras aceleradoras más genéricas trabajan tecnologías de inteligencia artificial, temas de movilidad o de Industria 4.0, donde caben muchos sectores pero nuestra protagonista asesora y guía en el modo de aplicar esas tecnologías en el sector porcino, con unos usuarios finales muy identificados, sabiendo quiénes son los clientes potenciales, a los que ponen en contacto directamente con ellos para conocer de primera mano cuáles son sus necesidades, algo que en otras aceleradoras «es más complicado porque el mercado está más difuso».

En esa labor, se presentan dos tipos de «usuarios». Por un lado, los proveedores de tecnología que son empresas emergentes, emprendedores, pymes de base tecnológica que están desarrollando tecnología, sin conocer, muchas de ellas, el sector. Y, por otro lado, se encuentran los demandantes de tecnología, los socios industriales, mentores, que tienen retos y problemáticas que quieren solucionar desde el lado de la innovación y cuyo papel es esencial, tal y como nos referimos a continuación.

ALOJAMIENTO E INNOVACIÓN ENTRE TUTORES Y MENTORES

Para hablar de los tutores y de los mentores, tenemos que diferenciar los servicios de Porcinnova. En primer lugar, los de alojamiento, ya que existe, en el centro de incubación, zonas preparadas para los participantes que necesiten de una ubicación física durante su participación en el programa o durante el desarrollo de su actividad profesional. Cuando llega un equipo de emprendedores que no tiene constituida una empresa, parte del acompañamiento, de la tutorización que hacen, es para ayudarles en esa primera estructura empresarial que les permita luego explotar los resultados de la innovación que desarrolla.

Adicionalmente a estos servicios de alojamiento, están los de aceleración de negocio, que se dan cuando las empresas ya tienen esa primera estructura y, desde Porcinnova, les dan apoyo en toda la parte del cómo monetizar en el mercado esa innovación desarrollada. Conocer quién es el cliente objetivo, cómo llegar hasta él, cuál es la propuesta de valor que hace la empresa o si pueden identificar a los posibles socios o los competidores en el mercado, etcétera. Una serie de variables, en definitiva, que les permite saber más sobre cómo trasladar el valor de su negocio al mercado. En todo este proceso, Porcinnova cuenta con la figura del «tutor», que acompaña a la empresa y que apoya, en la aceleración, aplicando metodologías del “lean startup”, el diseño y desarrollo de pruebas y ensayos de los proyectos en fase piloto, pruebas de campo, pruebas de concepto en los que validar las hipótesis de esa propuesta de valor.

Dentro de la aceleración, cuentan también con la figura del «mentor», muy involucrado en la parte tecnológica, aunque también en la de negocio y que marca una de las grandes diferencias con respecto a otras incubadoras de empresas. Si los tutores son «más académicos» y son profesionales que contratan para ese acompañamiento, los mentores son ejecutivos de los socios industriales de Porcinnova, normalmente los responsables de I+D, de ingeniería, de calidad, que lo que hacen es «aportar una visión general del sector a nivel nacional e internacional» comprobando si las hipótesis de cómo hacer el modelo negocio y de cómo validar la tecnología, son hipótesis que ellos ya tienen contrastadas y les puede facilitar que la tecnología siga su curso o no.

Participantes del DEMO DAY, celebrado el pasado 22 de julio

En segundo lugar, están los servicios de innovación, que son de diagnóstico tecnológico y vigilancia tecnológica. En el primero de ellos, cuando a Porcinnova le presentan una propuesta, han de evaluar el grado de innovación por comparación con el llamado “estado del arte” porque se analizará con el nivel de la tecnología que haya en el mercado o que ya hay disponible en publicaciones científicas o a nivel de patentes, es decir, se trata de un diagnóstico más «estático».

Desde el lado de la vigilancia tecnológica (más «dinámica»), a medida que van desarrollando las pruebas piloto, se ocupan de orientarlas hacia donde no hay tecnología en el mercado o está en fases de final de desarrollo.

¿QUÉ RASGOS DEFINEN A UN INNOVADOR DE PORCINNOVA?

Los requisitos formales para que una pyme de base tecnológica pueda participar con su reto son que esté constituida como tal y localizada en un país de la Unión Europea. Como criterios de selección, Porcinnova busca, además de que cuente con un modelo de negocio iniciado, que tenga un equipo promotor «potente y bien compensado», esto es, que cuenten con una persona especializada en la tecnología que se quiere desarrollar, otro especialista en gestión empresarial y otro con perfil de ventas, con los que se planteen una solución que no exista ya y que, desde la incubadora aragonesa, se les impulse para poderles acercar al sector y al mercado.

El coordinador de Porcinnova admite, en este punto, que dependiendo del grado de madurez de los proyectos (en fase idea, fase semilla, spin off de una universidad…), las empresas «no tienen muy bien solucionado el tema de la Propiedad Industrial e Intelectual» y las que están más «maduras», sí que tienen experiencia previa y su propia estrategia de «defensa» del conocimiento. A pesar de que en la parte de incubación del programa, Porcinnova incluye módulos informativos o talleres para que las empresas conozcan las herramientas de protección, reconoce que no disponen de la capacidad plena para que reciban un asesoramiento completo, recordando que entidades como la OEPM O.A. puede ayudarles.

Las dudas más frecuentes, por parte de los emprendedores, se centran en si es conveniente patentar o no porque, al hacerlo, «están dando tanta información de lo que hacen que creen que ponen en riesgo su proyecto y temen que les copien». Por ello, la formación en materia de Propiedad Industrial es «imprescindible» para que las empresas despejen todo tipo de «incertidumbres» sobre cuestiones relacionadas «con el coste de una patente, el ámbito de aplicación o hasta dónde les protege».

«El desconocimiento de las figuras, de las modalidades de Protección Industrial, obliga a que el emprendedor piense que el riesgo cero no existe, pero nada más lejos de la realidad». Al respecto, Comín destaca, para finalizar la entrevista, la importancia de contar con el apoyo de entidades como la Oficina Española de Patentes y Marcas O.A., cuya andadura comenzó en 1975 y que tiene, entre sus objetivos, proteger y fomentar la actividad innovadora en España.

La orfebrería contemporánea afianza su espacio como obra de arte

Dos arquitectos que se conocieron muchos años después de acabar la carrera universitaria. Metidos en todos los “berenjenales” que pueden, Magdalena Vélez y Carlos Fernández estudiaron orfebrería en la Escuela de Arte 3 de Madrid y allí, surgió la inquietud de crear la Asociación de Diseñadores de Orfebrería y Joyería Contemporáneas (AdOC) para dar, a estas artes, “visibilidad e impulso” porque, si bien consideran que en Europa son “un elemento más” dentro de la artesanía, apoyado por grandes ferias especializadas, en España no ocurre «exactamente» lo mismo, a pesar de la existencia de encuentros importantes de este tipo en varias de nuestras ciudades.

Una asociación, sin ánimo de lucro, en la que sus miembros proponen y promueven aspirando muy alto para eliminar, de la orfebrería y la joyería, el “horrible apellido” de artes “menores” y afianzar el propósito de se cuiden y se mimen de tal manera que sigan llevando implícita la tradición, la fijación a un territorio o la elaboración de piezas de forma manual. Desde su punto de vista, deben colocarse en el lugar que se merecen, que no es otro que el mundo de los museos y, por ello, contactaron hace seis años con el Museo Nacional de Artes Decorativas para realizar su primera muestra y, tras ella, ampliaron la oferta a otros centros, tanto estatales, como de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de esta misma ciudad. Sin ir más lejos, gracias al interés institucional, la casa natal de Lope de Vega fue el lugar donde pudieron ubicar, por ejemplo, piezas contemporáneas relacionadas con amuletos o recuerdos. Por otro lado, entidades como la Oficina Española de Patentes y Marcas O.A., apoyan a AdOC en cuanto a la difusión de las sucesivas muestras que se han celebrado hasta la fecha.

“Cuesta mucho entrar en este mundo”, admite Carlos, quien nos cuenta que, para cada muestra, redactan unas bases que se distribuyen dentro y fuera de España, con unos requisitos que cumplir y cuyo objetivo es que sea el primer escalón de un proyecto en el que “a todo el mundo” le parezca “normal” ir a una feria de arte donde la pintura o la escultura compartan espacio con estas artes porque “queremos contribuir a que los orfebres tengan en cuenta que tienen nuevos nichos de mercado para ellos”, a través de su presencia tanto en ferias más tradicionales como en museos, espacios, estos últimos, más “lógicos” para ellos puesto que, repiten, «las piezas de artesanía son auténticas obras de arte».

Esta entidad pretende, durante el próximo año, realizar exposiciones más especializadas para darse a conocer en otros ámbitos, como puede ser el del coleccionismo, donde sus expertos puedan recopilar piezas de objetos de las artes decorativas e incluso llevarlas puestas, si se trata de joyería y quieren hacerlo aprovechando el “resurgir” de la artesanía, por el que se está volviendo a hablar de ella en el concepto más “puro” de la palabra, valorando el trabajo del artesano que hay detrás de cada pieza que se expone o se presenta. Y es que, gracias a ellos, perviven técnicas que podían considerarse «en peligro de extinción» y que conviven, ahora sí, con nuevas metodologías de trabajo que llevan implícitas grandes dosis de tecnología. Además, las colaboraciones con profesionales de disciplinas, aparentemente, alejadas de este sector, enriquece, sin duda, este saber hacer que ha vuelto con fuerza y lo ha hecho para quedarse porque diseño y tradición «saben ir de la mano perfectamente».

Collar «Waste Land», de Magdalena Vélez.

Por otro lado, se entiende necesario combinar los procesos manuales con los más innovadores, como hacen muchas de las pymes que hemos conocido a lo largo de este año y que, apostando por las técnicas más vanguardistas, no pierden de vista las tendencias que pauta el mercado, trabajando sobre una base de artesanía que todavía hace más únicos y exclusivos sus productos, protegiéndolos como es debido para afianzar y perpetuar un legado cultural de valor incalculable.

Y es justo dar un reconocimiento público al trabajo de los artesanos. Este es el objetivo principal de los Premios Nacionales de Artesanía cuya decimocuarta edición fue convocada hace unos días por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a través de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y su área de promoción de la artesanía, conocida como Fundesarte. Con estos galardones, también se pretende incentivar la innovación de las pequeñas y medianas empresas que desarrollan la artesanía contemporánea, además de impulsar su competitividad en el mercado, tanto en España como en el exterior y de valorar que, en sus procesos de fabricación, se dé un alto nivel de responsabilidad social y medioambiental.

Collar «Collages», de Saskia Bostelmann

Los datos son muy representativos y dan su razón de ser a estos premios. Según el informe de la EOI “Situación de la artesanía en España”, realizado en 2015, la de nuestro país representa el 2´4% del PIB industrial y un 0,4% del PIB total. De las empresas que desarrollan su actividad en el sector artesano español destaca, con un 18´1% , Andalucía, seguida de Aragón y del Principado de Asturias.

Los artesanos, en definitiva, se forman en las distintas escuelas que hay por todo el país, en los centros tecnológicos y en los de diseño que buscan la preparación y actualización constante de estos emprendedores natos que se sumergen en unos mercados cada vez más competitivos. Pero, como en todo, hay matices.

TRANSMISIÓN DE VALORES QUE HAY QUE PROTEGER

Con todo lo indicado hasta el momento, se entiende la importancia de los valores que transmiten los artesanos y que debemos estimar como consumidores, siendo conscientes de ese esfuerzo que hay detrás de cada pieza que se confecciona, se talla en madera o se realiza en vidrio. La exclusividad y la originalidad están servidas y se mantienen, en muchos casos, dentro del entorno familiar, de generación en generación, bajo un compromiso de calidad y, sobre todo, de ganas por mantener la idiosincrasia que ha hecho de cada objeto algo único y que ha fijado a un territorio.

Esta diferenciación, esta exclusividad y estos valores deben protegerse. A tal efecto, el manual de la Oficina Española de Patentes y Marcas titulado “Cómo proteger la artesanía”, indica que la artesanía cuenta con tres elementos diferenciados que son susceptibles de ser protegidos a través de títulos de Propiedad Industrial o Intelectual: “la reputación, derivada del estilo, origen o calidad, se puede proteger por medio de las Marcas, Indicaciones Geográficas/ Denominaciones de Origen o por la legislación sobre Competencia Desleal; la apariencia externa (forma y diseño), mediante Derechos de Autor o Diseños Industriales; y el saber hacer, esto es, la pericia y los conocimientos utilizados para crear y fabricar los productos de artesanía, mediante Patentes, Modelos de Utilidad o manteniéndolo como secreto industrial”.

Pero… ¿ cuál es el punto de vista de un artesano? Sergio Salvador, fundador de ENCO, lo tiene muy claro. Para él, la orfebrería “es el arte de la joyería”, un oficio en el que él, que entró por casualidad atraído por los minerales, se está recuperando, con clientes que incluso demandan que se creen escuelas para aprender estos oficios que se basan en la práctica y cuya pervivencia peligra «si no aprendes pagando un profesor particular» o perpetuándolo a través de generaciones posteriores, como hemos indicado antes y como él mismo está haciendo ya con sus hijos.

Sergio Salvador en su taller de ENCO

ENTUSIASMO Y CONSTANCIA, CLAVES DE ENCO

Estas, desde su perspectiva, son las cualidades para aprender y dedicarse a la orfebrería de autor. De ahí que ambas estén incluidas en su propio nombre, ENCO, una marca registrada.

El hecho de trabajar con entusiasmo y constancia en este oficio da «muchas alegrías pero también muchos sinsabores» cuando se entra en una dinámica en la que «los pagos te obligan a llevar un ritmo que no es el que se merece la orfebrería porque la convierten en un negocio», afirma Sergio Salvador quien entona el «mea culpa» cuando dice que, en muchas ocasiones, esas obligaciones económicas hacen que el artesano sea el primero que no valore su arte, realizando piezas de «picoteo» para resolver las cuestiones económicas pero que, por otro lado, permiten diseñar y contar con piezas con «más alma».

En su opinión, el artesano «ha de buscar pasión», trabajando sin pensar en «producir» sino en «crear» piezas únicas, pequeñas obras de arte que, en su caso, se observan ya desde el momento en que uno se da un pequeño paseo por su galería-taller, ubicada en Zaragoza y que refleja la identidad de Sergio, orgulloso de que el público le reconozca por las características tan personales de sus creaciones y que le otorgan ese punto diferenciador con respecto a otros orfebres y otras marcas, en un oficio tan «cerrado» como el suyo.

Alfredo, Sergio y Carmen, equipo de artesanos de ENCO

Una identidad que ha ido forjando con los años, desde que descubrió que debía plasmar su amor por los minerales y tras involucrarse en su proyecto personal sabiendo que tenía que encontrar el equilibrio con la parte más comercial, sin perder su esencia y su creatividad, siendo, como él mismo dice, «fiel» a sí mismo, afianzando un negocio en el que «no debemos perder nunca nuestra identidad».

El artesano «debe» sentir lo que hace y así, saber transmitirlo en muchas partes del proceso de creación de cada pieza que elabora. En el nombre de las mismas, que le dan sentido a dicho camino o en las conversaciones que tiene con quien busca a ENCO, donde Sergio Salvador se interesa por darle «alma» a la pieza a través de la simbología de los metales y las piedras que utiliza en cada proyecto, para que el cliente no sienta que la orfebrería es un arte «menor» sino un arte «en pequeño», donde todo el ciclo se cierra para ofrecerle algo personalizado y único.

 

Rosa Tous: «Detrás de una marca hay una identidad, empleo, riqueza y creación de valor»

Los miembros de la Junta Directiva de la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) decidieron, hace unos días, que Rosa Tous presidiera de nuevo la entidad, después de un primer mandato de cuatro años.

La actual vicepresidenta corporativa de TOUS, también vicepresidenta segunda del Colegio de joyeros, orfebres, relojeros y gemólogos de Cataluña (JORGC), miembro de la Junta Directiva de Círculo Fortuny y del Foro de Marcas Renombradas de España forma parte de la tercera generación de la empresa familiar que ya cuenta con más de 100 años de tradición joyera y que, aunando tradición e innovación, se ha convertido en un referente dentro de las marcas españolas con mayor proyección internacional.

Hoy, entrevistamos a Rosa Tous como máxima representante de una asociación que vela por los derechos de las marcas de las compañías que, perteneciendo a sectores económicos de lo más dispares, «creen en el poder de la marca, de los diseños y de las patentes como principal activo de las empresas, como herramienta de competitividad e internacionalización y como elemento generador de valor y de empleo».

¿Qué supone para usted la reelección en ANDEMA?

Para mí es un honor volver a ser presidenta de ANDEMA, representando las casi 70 compañías que forman parte de la asociación.

Sin duda, empieza una nueva etapa ilusionante y llena de retos increíbles. Además, en los últimos meses hemos comprobado que la resiliencia es clave para las empresas, por lo que seguir siendo presidenta de ANDEMA a día de hoy, me parece un reto que, sin duda, será muy desafiante. Todo el equipo de ANDEMA seguiremos trabajando para hacer crecer la asociación y para profundizar en las oportunidades y los cambios que se han acelerado desde la pandemia.

¿Qué destacaría de su gestión desde que fue elegida presidenta de la Asociación por primera vez?

Antes que nada, me gustaría destacar el excelente trabajo que ha hecho la asociación desde su origen, como portavoz de las empresas ante las instituciones y la sociedad en temas de protección de marca.

Durante mi anterior legislatura, me focalicé en reforzar la labor de comunicación de la asociación. También aprendí mucho llevando el timón de la asociación durante los pasados 4 años, adquiriendo conocimientos más técnicos, en especial sobre temas jurídicos relacionados con la propiedad industrial.

ANDEMA seguirá siendo la casa de todas aquellas empresas que necesitan ayuda en materia de protección de marca.

¿Qué objetivos va a perseguir durante esta nueva etapa?

En esta nueva etapa daremos continuidad y reforzaremos los objetivos que se nos presentan como asociación, en nuestros 32 años de trayectoria. Continuaremos salvaguardando el poder de las marcas, de los diseños y de las patentes, así como generando valor para las empresas. Nuestro objetivo principal es dar voz a las marcas, así como defender sus derechos y proteger su representación.

Entre nuestros planes también está contribuir a la formación de expertos para lograr una mejor identificación de productos falsificados; generar estudios y difundir conocimiento sobre el impacto de las marcas en todos sus ámbitos (economía, empleo, innovación comercio, seguridad, y salud del consumidor); y continuar promoviendo y creando acciones de sensibilización para nuestros diversos targets.

Además, continuaremos buscando sinergias y fortaleciendo las relaciones entre empresas e instituciones a todos los niveles, y seguiremos brindando a nuestros asociados todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para defender su activo intangible más valioso: sus marcas.

¿Cómo entiende la evolución de ANDEMA desde que, tanto usted como la empresa y marca TOUS, forman parte de ella?

Desde sus inicios, ANDEMA no ha dejado de dar pasos hacia delante. Desde que TOUS forma parte de la asociación, nos hemos sentido más respaldados y acompañados, incluyendo mi propia figura de presidenta de la asociación.

Desde la primera expansión de TOUS, hemos querido proteger nuestra marca, al ser fundamental para la creación de la imagen de la empresa y el producto. Asimismo, creemos que es imprescindible que exista una asociación que respalde los derechos de las marcas para que no se sientan desamparadas.

En este año tan complicado para todos los sectores de la economía, ¿cuál ha sido el mayor reto al que se ha tenido que enfrentar ANDEMA y las empresas que la integran?

Enfrentarse a la incertidumbre ha sido el mayor reto al que hemos tenido que hacer frente, ya no solo ANDEMA o las empresas que la integran, sino el país y la sociedad.

No saber qué va a pasar, cuánto va a durar… y tener que adaptarnos casi a mes a mes a lo que va sucediendo, ha sido un gran desafío. En el caso particular de ANDEMA, gran parte del trabajo de la asociación se realiza a través de reuniones, eventos, foros y otro tipo de encuentros que, de un día para otro y sin experiencia ni formación previa del equipo, se han convertido en citas virtuales que han conseguido mantener la actividad de la asociación sin problemas convirtiendo en una gran oportunidad el escenario que teníamos ante nosotros.

Las empresas asociadas, y en general todas las empresas en España, y del mundo entero, no solo se han adaptado a la realidad sin precedentes que nos ha tocado vivir y han luchado por salir adelante, sino que han ido más allá de sus funciones participando de forma proactiva a la hora de ayudar y mitigar los efectos de esta pandemia y han demostrado un gran compromiso con la sociedad.

¿Cuál es la importancia de una marca dentro de la estrategia global de cualquier pyme?

Para cualquier empresa, grande o pequeña, su marca es su activo intangible más preciado. Es el más importante. Además de un logo, un nombre, unos colores o una imagen, detrás de una marca hay una identidad, hay empleo, hay riqueza y creación de valor.

En el caso de la pyme, la marca y su protección cobra un papel aún mayor si cabe dentro de la estrategia de la empresa puesto que, cualquier atentado contra ella, cualquier violación de los derechos de propiedad industrial o usurpación de una marca de una pequeña o mediana empresa, puede suponer su cierre. Si para una gran empresa, conocida y reconocida, la usurpación de su marca supone un gran prejuicio, imaginemos lo que puede suponer para un pequeño negocio.

La marca hay que protegerla y defenderla como cualquier propiedad de una empresa. Como se defiende la sede, las tiendas, las fábricas, etc.  

¿Cree que la sociedad española ya ha aprendido que reconocer y dar valor a las marcas le ofrece beneficios al consumidor? ¿Todavía hay necesidad de educar y de formar en este sentido?

Creo que la mayoría de la población española es consciente. No obstante, tras el auge de la digitalización y la globalización, es importante seguir educando e informando en este sentido, debido al incremento de falsificaciones en sitios web y redes sociales.

Por ello, el trabajo de ANDEMA es clave para muchas marcas que se exponen a estos peligros en su día a día, como por ejemplo las falsificaciones.

Al hilo de la anterior pregunta ¿sigue existiendo desconocimiento sobre las ventajas de la Propiedad Industrial e Intelectual?

Desde ANDEMA, la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas), la EUIPO (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea), CEVIpyme, se difunde muchísima información por canales de todo tipo sobre esta materia. Sin embargo, sí que existe todavía algo de desconocimiento debido a que el interés por la Propiedad Industrial e Intelectual muchas veces surge cuando te encuentras con un problema. Por eso, es fundamental la labor que se hace desde todas estas instituciones y asociaciones para concienciar a las empresas y emprendedores de la gran importancia que tiene conocer la Propiedad Industrial e Intelectual y sus ventajas.

Por ejemplo y, hablando de las pymes, un reciente estudio de la EUIPO y de la EPO (Oficina Europea de Patentes) destacaba que las empresas que son titulares de derechos de PI (patentes, marcas, diseños), tienen en términos generales más empleados, pagan salarios un 19% más altos y tienen un 68% más de ingresos por empleado que las pymes que no son titulares de estos derechos. Sin embargo, solo el 9% de las pymes de la Unión Europea es titular de derechos de PI.

¿Qué podemos hacer desde las entidades como CEVIpyme?

Continuar con el trabajo que se está haciendo. No se puede cambiar todo de la noche a la mañana pero, en general, se está haciendo un buen y constante trabajo, y los emprendedores y las empresas cada vez están más informados y concienciados de la importancia que tiene la PI para mantener una empresa viva y para crear valor.

¿Entiende que puede existir algo que mejorar en alguna de las modalidades de PI que existen?

Las leyes nacionales y directivas europeas que regulan la PI son el cúmulo de las experiencias y usos de una sociedad. Son elementos vivos y cambiantes, que siempre pueden mejorar.

Estos últimos años, la PI se ha reformado para abordar nuevas tecnologías existentes, o adaptarse a figuras que los usuarios demandaban como las marcas sonoras o las holográficas.

En nuestro país, la OEPM está realizando un trabajado arduo para ser más eficiente y útil a los solicitantes, intentando reducir los plazos de concesión y rebajando las tasas todo lo posible.

Como petición de mejora, desde ANDEMA deseamos una legislación de marcas fuerte, que ayude a los titulares a proteger mejor sus signos distintivos y a evitar la usurpación de la marca.

¿En qué favorece y perjudica a las marcas su digitalización?

Las marcas están constantemente adaptándose a la transformación digital. La resiliencia, como hemos visto en tiempos de pandemia, juega un papel fundamental para los negocios.

En el caso de la digitalización, este nuevo paradigma nos ha ofrecido nuevos cambios y transformaciones. Por ejemplo, nos ha permitido expandir nuestra vía de difusión, de trato con el cliente, incorporando nuevos canales que, sin duda, han sido útiles para las marcas e incluso han permitido su superviviencia. Pero a su vez también ha creado dificultades y nuevos peligros que, evidentemente, las marcas no habían contemplado con anterioridad. Además, la transformación en los hábitos del consumidor ha provocado que las marcas tengan que reinventarse.

Tanto si nos gusta como si no, una de nuestras mayores amenazas son las falsificaciones. Por ello, ANDEMA a juega un papel muy relevante a la hora de dar apoyo a todas las marcas y a su presencia online.

¿En qué nivel estamos dentro de la lucha contra las falsificaciones?

Respecto a la lucha contra las falsificaciones, avanzamos. La sensibilización que existe ahora a todos los niveles no existía hace unos años. Es una carrera de fondo.

La distribución y venta de falsificaciones es un problema que en ocasiones no recibe la atención que exigen sus consecuencias. Vemos como aún muchos consumidores no son conscientes de los perjuicios que provocan en la economía, en la sociedad e incluso en su salud y seguridad, y aún hay ayuntamientos que le quitan importancia a esta lacra.

No obstante, el interés en acabar con las falsificaciones sigue creciendo cada año a nivel internacional, europeo y nacional. También, muchas administraciones locales tienen entre sus prioridades terminar con este problema y vemos como crecen las iniciativas desde asociaciones e instituciones que ayudan a concienciar al ciudadano de los perjuicios que provocan.

Este año, por ejemplo, los delitos contra la PI han sido incluidos en la lista de prioridades de EUROPOL para el periodo 2022-2025. Un hecho que ilustra muy bien el compromiso que se tiene a todos los niveles en poner solución a este fenómeno.  

Hace 15 años, apenas había datos rigurosos y contrastables que nos mostraran la dimensión real del problema y que nos ayudasen a ver (y a demostrar) el impacto que provocaban. Hoy los estudios de la OEPM, los informes de la EUIPO… nos ayudan a abordar el problema desde la aportación de las marcas y desde un punto de vista multidisciplinar para llegar a todos los ángulos.

La formación de los distintos grupos policiales y de los agentes aduaneros, la colaboración público-privada, las campañas de sensibilización dirigidas al consumidor, se han intensificado y están dando sus frutos.

Aún queda mucho por hacer, y uno de los retos es crear en la juventud una conciencia de consumo responsable para que sepa evitar y rechace las falsificaciones. Algo especialmente delicado y complicado ahora, debido a la avalancha de estos productos en Internet y el motivo aspiracional que les empuja a comprarlos.

También quedan importantes retos a retos a nivel policial y judicial -depósitos judiciales para el almacenamiento o erradicar la doctrina del error en el consumidor-, imprescindibles para seguir avanzando. Pero, si echamos la vista atrás podemos decir sin temor a equivocarnos que hemos avanzado muchísimo y hemos conseguido entre todos grandes logros.

Ventajas e inconvenientes que supone para una marca contar con franquicias. ¿Con qué acciones pueden convertirse en unas buenas representantes de esa marca?

Cualquier relación comercial se ve sujeto a acuerdos e intercambios de acciones y relaciones, adscritos a un contracto. Evidentemente la marca suele ser uno de los valores intangibles más valiosos para poder poner en marcha un negocio comercial. En términos generales los franquiciados así lo distinguen y saben que parte de su colaboración contractual es velar y cuidar la marca que será un reclamo para su actividad.

Como presidenta de ANDEMA, ¿cuál es su punto de vista sobre los cambios que implica la reforma de la Ley de Marcas?

Como presidenta de ANDEMA, valoro muy positivamente la actualización de la normativa vigente que afecta a las marcas. La modificación de esta Ley es algo necesario, pues es una oportunidad para ajustar, aún más, los recientes cambios legislativos.

La OEPM ha anunciado una futura reforma de todas las leyes de Propiedad Industrial que se centrará en modernizarlas, adaptándolas a nuevas realidades, algo fundamental para los titulares de marcas.

Tras la modificación de la Ley por el R.D.-ley 23/2018, de 21 de diciembre, de transposición de directivas en materia de marcas, transporte ferroviario y viajes combinados y servicios de viaje vinculados, desaparece la doble categoría entre marca notoria y marca renombrada, que durante más de 20 años ha permitido que muchas marcas pertenecientes a pequeñas y medianas empresas y conocidas por los respectivos sectores pertinentes de los públicos a los que se dirigen, pudieran acceder a una protección reforzada frente a intentos de terceros de usurpar sus derechos.

Aunque no se desea la vuelta a la doble categoría, sí consideramos que, con esta nueva regulación, la categoría “marcas renombradas” o “marcas con renombre” tiene un significado distinto, cuyas consecuencias jurídicas no están claramente recogidas en la ley.

De otro lado, la reforma ayudará a que la OEPM se prepare para asumir la competencia única para declarar la nulidad y caducidad de una marca en vía directa, concediendo una atribución de competencias residual a la jurisdicción civil para los casos en los que, existiendo una demanda de infracción de marcas, la parte demandada decida plantear una cuestión de nulidad o caducidad de la marca de la demandante en vía de reconvención.

Desde ANDEMA, como es habitual, hemos participado en la consulta pública previa lanzada por la OEPM, trasladando una postura común que recoge los intereses de todos los asociados, y de los titulares de marcas en general.

Asimismo, ANDEMA espera que la reforma de la Ley de Marcas pueda servir de base normativa para constituir una Comisión de Propiedad Industrial, semejante y análoga a la ya existente Comisión de Propiedad Intelectual.

NANOVEX innova con ciencia invisible al ojo humano

No hay nada mejor en la vida que tener unos objetivos claros. Y eso es lo que pensó Daniel Pando cuando, a los siete días de defender su tesis doctoral, constituyó su empresa junto a Rebeca Alonso. Su proyecto, NANOVEX BIOTECHNOLOGIES, “made in Asturias”, es muy joven, del 2014, pero sube como un cohete dentro del sector de la cosmética, al que llegaron «actualizando» los liposomas. Tanta innovación tiene esta «startup» que, al año siguiente de su creación, ya recibió el premio CEEI al Mejor Proyecto Empresarial de Base Tecnológica en su comunidad autónoma.

Hoy hemos entrevistado a Daniel Pando, que nos ha trasladado de una forma muy didáctica todos los entresijos de su trabajo, “complicado y muy técnico pero apasionante”.

INICIOS DE NANOVEX A TRAVÉS DE LA NANOBIOTECNOLOGÍA

Los inicios de la empresa se tomaron su tiempo. Daniel estaba inmerso en su doctorado en Ingeniería Química en la Universidad de Oviedo y trabajaba con sistemas de encapsulación enfocados a la medicina. Por su parte, Rebeca trabajaba en un grupo de Química Analítica en la misma universidad, dirigido por el fallecido profesor y catedrático de esta especialidad de la citada universidad, Agustín Costa, quien ya había fundado tres empresas emergentes y tenía bastante conocimiento de gestión empresarial. En uno de tantos encuentros, Rebeca y Daniel empezaron a colaborar y enseguida surgió la posibilidad de montar una empresa con esa tecnología que estaban desarrollando. Apoyados por el profesor Costa, aprendieron los pasos a seguir para trasladar sus proyectos del laboratorio a la realidad. Como inversores, además de Costa, Química del Nalón (a día de hoy, accionista mayoritario de Nanovex) que les dio un impulso “tremendo” aportando un 20% de capital y los catedráticos Francisco Javier García y Mª del Carmen Pazos, además de las empresas Medinversicos del Norte y Moriwase Mapa 97, todos ellos conscientes del empuje empresarial que tenía Nanovex.

De izquierda a derecha: el catedrático Francisco Javier García, Daniel Pando (fundador de Nanovex), el catedrático Agustín Costa, Rebeca Alonso (fundadora de Nanovex) y la catedrática Carmen Pazos. Entrega premio CEEI Asturias al Mejor Proyecto Empresarial de Base Tecnológica en 2015.

En el caso de Química del Nalón, empresa familiar con casi 80 años de antigüedad, sus responsables, que ya tenían algo de experiencia en Nanotecnología, tenían en mente apostar por la diversificación. Con la iniciativa de Nanovex, vieron algo complementario a lo que estaba haciendo su departamento de I+D+i porque supieron de las múltiples aplicaciones que existían en la medicina. Como el presidente de esta compañía es médico, entendía muy bien la tecnología y esas aplicaciones a las que se refería nuestra protagonista de hoy.

¿QUE ES LA NANOENCAPSULACIÓN?

Daniel Pando lo explica con un ejemplo práctico. Simplemente, hay que llevar la función de una cápsula, una pastilla (en tratamiento médico) al campo de la Nanotecnología, donde se trabaja todo en tamaño nanométrico, completamente invisible para el ojo humano. En las cápsulas de este nivel y, en el caso de la medicina, se introducen fármacos, principalmente. Los fármacos basados en esta tecnología se encapsulan en estos sistemas con el objetivo de que, en lugar de que actúe en todo el cuerpo, tal y como hace la terapia convencional, se dirija específicamente donde debe hacerlo y es, en ese punto, donde el fármaco es liberado. De esta forma, se multiplica su eficacia y se reducen los efectos secundarios.

Como han podido comprobar, “el potencial en medicina es brutal” porque, además de esta gran aplicación (vehiculizar y liberar concretamente), hay otras como la que libera el fármaco poco a poco, de forma que si antes el paciente tomaba una pastilla diaria para una patología concreta, ahora solo tenga que hacerlo una vez al mes, por ejemplo. Es decir, que el efecto es el mismo pero se dosifica la liberación del fármaco.

Sin embargo, Daniel nos cuenta que, en medicina, lo normal es que todo vaya despacio «salvo cuando aparece una pandemia, momento en que los procesos se aceleran, como ha ocurrido ahora”. Generalmente, dice, pasan “muchos” años desde el laboratorio hasta la primera fase del fármaco en clínica. Las vacunas contra el coronavirus, por ejemplo, han supuesto una “excepción increíble”, tanto que el CEO de Nanovex nos recuerda que las vacunas de Pfizer y Moderna, tienen la misma tecnología que ellos emplean ya que “son vacunas de RNA, donde el fármaco va en una cápsula que se dirige exactamente donde tiene que actuar”.

DIVERSIFICACIÓN Y ORIGEN DE INDERMAL

El nombre de Nanovex ya estaba en su primer plan de empresa: “NANO” por la tecnología que usan, la «V», por “vesícula” y “EX”, por “exosomas”, unas nanovesículas que produce nuestro propio cuerpo y que sirven para tratar enfermedades. Aunque en un principio pensaron que fabricar exosomas sintéticos con su tecnología podía ser una buena línea de negocio, vieron que era muy costoso, económicamente y, aunque no se han apartado nunca de esta línea de investigación, reconoce que no se dedican a ella de manera prioritaria.

Los comienzos dentro del sector de la medicina fueron “positivos” porque ellos trabajaban mucho con universidades y centros de investigación, desarrollando fármacos para tratar enfermedades y facilitándoles ese vehículo con el que se potencia mucho el efecto del activo. Pero, además de trabajar con entidades de este entorno, también lo hacían con empresas farmacéuticas, que querían desarrollar con Nanovex la labor de I+D pero, para fabricar el fármaco y venderlo en un futuro, «necesitábamos unas instalaciones que cumplieran unos estándares y unas inversiones de millones de euros”, algo que no podían permitirse financieramente en ese momento.

Si entonces Rebeca se dedicaba más a las nanopartículas metálicas, Daniel se centraba en las nanovesículas, de las que conocía su diversidad de aplicaciones dada su experiencia doctoral en Italia, donde trabajó en temas de piel. Así que pensaron que la cosmética era un campo en el que podían ofrecer más y donde podían fabricar activos para un sector en el que se reducían los tiempos considerablemente para llevar el producto al mercado y en el que no se necesitaba tanta inversión. Así surgió INDERMAL.

Equipo de Nanovex Biotechnologies

En medicina, el fármaco debe llegar al mercado con una seguridad “rotunda” y pueden pasar fácilmente 10 años entre su fase inicial y su puesta en marcha ya que, al mínimo efecto secundario que se vea, “cae”. Es decir, que el modelo de negocio de una empresa que quiere innovar mucho en el mundo farmacéutico “casi juega una lotería” porque su modelo de negocio se basa en que, para lograr un fármaco, se necesita inversión para «sobrevivir» aunque luego la “recompensa” ante un éxito, sea “increíble”.

Sin embargo, en cosmética, los chicos de Nanovex vieron que era «muy fácil» monetizar y además, lo mejor de todo llegó con su estudio de mercado, donde observaron que las empresas dedicadas a lo mismo que ellos en cosmética, ofrecían una tecnología muy pobre. Centradas en los liposomas, unas nanovesículas conocidas en el sector desde los años 80, tenían una forma de trabajarlas “poco adecuada, tanto en sus procesos de formulación como en los de fabricación”, que los hacía prácticamente nulos en eficacia y en la estabilidad, razón que aprovechó Nanovex para cubrir un nicho de mercado y con la experiencia adquirida en los ámbitos farmacéutico y médico, con la tecnología ya probada, contrastada y con los estándares que se necesitaban.

Este fue el mensaje claro, la gran propuesta de valor que dieron a sus clientes potenciales aunque al principio, Nanovex necesitó concienciarles de la evolución continua de los liposomas ya que, los actuales, nada tienen que ver con los de los años 80.

“Tirando abajo” mitos y leyendas de estas nanovesículas, empezaron a ofertar su producto a empresas cosméticas con este argumento “de peso” y contraponiéndolo a los de otras de su competencia, que no daban al cliente ninguna información sobre las «tripas» de los liposomas utilizados. Así, esta pyme caracteriza el liposoma a través de todos los parámetros posibles y le da al cliente información de su recorrido y sus posteriores aplicaciones. Una vez el cliente lo prueba, este “devuelve” a Nanovex el producto final para que demuestre, con un testeo y un informe, que los liposomas siguen intactos en el producto cosmético, lo cual genera un “plus” de confianza y alimenta el «boca a boca» de los resultados que ofrece la empresa asturiana.

En ello se centró, en marcar la diferencia teniendo en cuenta las principales preocupaciones de los clientes, ofreciendo productos estables (si se rompen los liposomas es por un problema de formulación) y eficaces, que se comprueban gracias a los ensayos hechos por ellos y por terceros laboratorios (como dato, que sepáis que, a veces, el efecto del activo se multiplica hasta por 15).

¿CÓMO SE PROTEGE EN NANOBIOTECNOLOGÍA?

Cada sector es un mundo. Eso está muy claro. Y el de la Nanobiotecnología no es una excepción. Los puntos de vista, cientos, como nos dice Daniel Pando. Piensa que, en Nanovex, de momento, al dar un servicio “ad hoc” a sus clientes, es difícil proteger, al menos a través de patentes, porque la adaptación al cliente y a sus necesidades es la «clave» y el servicio personalizado, la estrategia. Es decir, Nanovex no tiene un producto estándar, sino “un conocimiento y una tecnología que adaptamos en función de la aplicación y de lo que quiera encapsular” el cliente.

En el sector farmacéutico, “si cada formulación que realizamos es distinta, no tiene mucho sentido tener una patente” cuando se dejan «expuestos», en las bases de datos, «los detalles sobre el qué y el cómo lo que estás haciendo” y si el objetivo es “proteger”, es mejor, al menos para Nanovex, acudir al secreto industrial ya que son ellos mismos los que hacen “muchas variaciones” para adaptar su propia tecnología.

Sin embargo, en cosmética, por un tema “puramente de marketing”, hay clientes a los que, cuando les hacen uno de estos vehículos de liposomas de forma exclusiva, quieren patentarlo con el objetivo de que “se vea en el envase del cliente que tiene esa tecnología patentada”, para darle más valor a su producto final.

Daniel Pando afirma que tendría más sentido patentar su tecnología si tuviera una aplicación muy concreta pero no con esta diversidad porque entiende que “encorsetaría”  a la empresa por tener que utilizar siempre un mismo producto para encapsular cualquier tipo de activo, cuando «cada uno de ellos es diferente y cada uno de ellos tiene aplicaciones distintas».

INTERNACIONALIZACIÓN

Ahora que ya están en pleno proceso de internacionalización con INDERMAL, estiman todavía más su estrategia. Si en medicina ya fueron desde el principio hacia empresas nacionales e internacionales (sobre todo de EE. UU.), en cosmética, sector completamente nuevo para ellos, trabajaron primero el mercado nacional, para entenderlo, conociendo los tiempos de fabricación y de comercialización y dando el salto, el año pasado, fuera de España, con la lección “algo aprendida”. Preparados con dosieres que recogen la información técnica del producto y el resultado de todos los análisis de eficacia, la composición, el regulatorio, dónde se puede utilizar, en qué países, etcétera, los distribuidores informan a Nanovex sobre la “buena impresión” que tienen sobre ellos, como empresa seria, con todo “controlado”.

Identificados ya los principales mercados de cosmética, tanto en EE. UU. como en Europa (Italia, Francia, España, Reino Unido y Alemania) o en países como Brasil, ahora están adentrándose ya en el continente asiático (Corea y China).